En su más reciente publicación cietífica, el Centro de Investigación Genética y Genómica (CIGG) de la Universidad UTE, ofrece información que corrobora, desde este campo, los datos históricos sobre el origen ancestral migratorio de la población ecuatoriana.
El estudio viene a confirmar y ofrecer respaldo desde la perspectiva de la herencia biológica a lo ya señalado por la historia, en cuanto a la manera cómo nuestros pueblos ancestrales fueron mezclados con el español y africano, para dar origen a nuestra actual conformación genética.
En estudios anteriores, el CIGG realizó un mapeo de la composición de la población en el que se concluyó que el ecuatoriano es un pueblo tri híbrido. Los aportes novedosos vienen a señalar que la variante europea proviene del padre, mientras que la madre es mayormente nativa americana y que el tercer componente, africano, es el menos alto.
El mismo texto demuestra que, tal como la historia lo relata, los españoles ingresaron por la Costa ecuatoriana y permanecieron en esa zona, mientras que estuvieron en menor medida en la Amazonía.
De acuerdo con el análisis hecho a 240 individuos divididos en las tres regiones continentales y cuyas muestras se obtuvieron gracias a la colaboración de la Cruz Roja, se comprobó que en la Costa la distribución genética es de 51.7 por ciento de genes nativo-americanos, 16.3 por ciento de africanos y 32 por ciento de europeos; mientras que en la Sierra esta proporción varía: 64.6 por ciento de genes nativo-americanos, 8.5 por ciento de africanos y 26.8 por ciento de europeos. En el Oriente sería de 66.7 por ciento de genes nativo-americanos, 7.6 por ciento de africanos y 25.7 por ciento de europeos: la región con menor presencia de genes foráneos.
El innovador estudio es el primero en Ecuador que integra los datos o huellas genéticas más comunes: información autosómica, ADN mitocondrial o “ADN de Eva” (proveniente de la madre) y el cromosoma “Y” (proveniente del padre), que permite determinar el origen materno y paterno de los individuos. Un aporte del CIGG al estudio de la conformación específica de la población ecuatoriana.
Ana Karina Zambrano, científica del CIGG e investigadora en este estudio, señala: “Este es el inicio de una serie de investigaciones denominadas “Varioma” (o variante de la población ecuatoriana) donde veremos las variaciones específicas que existen en nuestra población y que se fusionará con la “ancestría” para conocer la predisposición a ciertas enfermedades en nuestros grupos étnicos”, otro aporte que hará el CIGG al conocimiento profundo del Ecuador.
Por su parte, el director del CIGG, César Paz y Miño, expresa: “Además del valor histórico antropológico, este tipo de estudios tiene sentido siempre y cuando lo relaciones con otros datos, como la predisposición a enfermedades, riesgos, mutaciones diferentes, adaptación a diversas condiciones, respuesta a fármacos, entre otros. Las variantes genéticas de las poblaciones son diferentes y hacen que las enfermedades se comporten de manera distinta. De este modo, el estudio de la población ecuatoriana tiene sentido”.
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