La educación está cambiando como reflejo a la transformación continua de la sociedad en la que vivimos. El reto actual es el aprendizaje líquido, una educación marcada por la resiliencia, la digitalización, las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) y valores, actuando a la vez en los procesos didácticos y pedagógicos.
Para Nadia Rodríguez, rectora de la Universidad Internacional SEK, la sociedad tiene que ver a la educación como un proceso formativo y no solamente como un título. Precisamente, la educación líquida hace referencia a entenderla como un proceso que desarrolle no solo los conocimientos y habilidades profesionales del estudiante, sino que también esté orientada al desarrollo humano de este, manifestó en el marco del webinar “Repensando El Mañana Ecuador – Aprendizaje líquido en un mundo cambiante” organizado por la Fundación Telefónica Ecuador.
Al respecto, Rodríguez señaló que los procesos de vinculación con la comunidad aterrizan lo formativo en una práctica orientada a quienes más lo necesitan. “Ahí es donde los estudiantes aprenden más, al juntar la experiencia y la emoción se materializa la vocación de cada persona». Para la académica, el respeto por el otro, por la diversidad, debe ser un pilar importante de los códigos de ética en la educación.
La pandemia ha representado un gran reto en la educación, pues, hizo necesaria la reinvención completa del sistema pedagógico y las relaciones entre los docentes y alumnos. Según las Naciones Unidas (ONU), el 75% de países de América Latina han implementado la educación online a través del uso de nuevas TIC’s (Tecnologías de la Información y Comunicación). Sin embargo, para Nadia Rodríguez, tenemos que analizar cuántas personas han logrado adaptarse a la nueva forma de aprendizaje durante la pandemia, y el costo que ha tenido, por ejemplo en comunidades indígenas con otra lengua. “Es necesario entender lo que está pasando actualmente para poder decidir a futuro», concluyó.
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