“Educación superior libre y de nivel mundial”

“Educación superior libre y de nivel mundial” es lo que ofertó en su programa de gobierno el candidato presidencial Guillermo Lasso Mendoza.

Entre otras cosas, en su Plan de Gobierno precisó: La educación superior debe ser autónoma, libre y generadora de conocimiento, mas no una herramienta de adoctrinamiento político. Del mismo modo, la acreditación de universidades debe responder verdaderamente a la calidad y no a afinidades con el gobierno de turno.

Para conseguirlo presentaremos un proyecto de ley reformatorio a la Ley de Educación Superior. El objetivo será encaminar la universidad ecuatoriana hacia la educación del futuro y lograr una educación de altos estándares de calidad, para que nuestras universidades públicas y particulares compitan con las mejores de la región.

Además, mejoraremos el proceso de acceso a la universidad y garantizaremos la independencia académica de las universidades de sus entes reguladores. Nunca más los jóvenes verán truncados sus sueños de acceder a la universidad. Generaremos los incentivos adecuados para la creación de nuevos y mejores programas a nivel de grado y posgrado en modalidades presenciales y no presenciales.

Por otro lado, trabajaremos junto al sector de las telecomunicaciones para mejorar la conectividad de estudiantes tanto a nivel de educación básica, intermedia como superior y el acceso a plataformas tecnológicas para educación virtual y a distancia.

No escatimaremos esfuerzos para fortalecer la formación técnica y tecnológica que permita a los jóvenes capacitarse y estar listos para trabajar y emprender en 2 o 3 años y, si así lo desea, continuar su carrera retomando sus estudios. De esta manera, no sólo apoyaremos a mejorar la calidad de vida de los jóvenes ecuatorianos y de sus familias, sino también sus posibilidades de conseguir un empleo adecuado.

En educación diversidad es sinónimo de libertad. La educación del futuro demanda de diversidad en todos sus niveles. Desde la educación inicial hasta la superior realizaremos reformas normativas a fin de lograr un sistema educativo diverso y no centralizado. Que involucre a todos y no solo la visión del Estado.

Debemos facilitar la oferta de modalidades de educación superior. Debemos transitar a un modelo educativo moderno y que propicie la calidad.

Los Institutos de Educación Superior (IES) han perdido libertades fundamentales. La actual ley, no garantiza la autonomía de las universidades, escuelas politécnicas e institutos técnicos. Por el contrario, fomenta la politización de la educación. Así, se imposibilita el correcto crecimiento, desarrollo e innovación académica.

Muchos jóvenes deben interrumpir sus estudios para empezar a trabajar y ayudar económicamente a sus familias.

Esto causó que, en promedio, los ecuatorianos a duras penas completen diez años de educación en la zona urbana y siete en la zona rural. A nivel nacional la tasa de abandono en la educación básica es de 2,1% y en bachillerato de 5,3%. Únicamente, dos de cada diez avanzan hasta la universidad e institutos técnicos.

Y aunque no todos los jóvenes buscan acceder a la universidad, los cupos para postulación son insuficientes. Actualmente, las Instituciones de Educación Superior (IES) públicas tan solo ofrecen cupos a seis de cada diez estudiantes. En el primer semestre de 2020 fueron 173.000 jóvenes quienes postularon para obtener un cupo de los 113.000 ofertados por las IES públicas. En consecuencia, aproximadamente el 40% de los postulantes no podrán acceder a la universidad por la falta de cupos ofertados.

A esto se suma la insuficiencia de la educación dual. La falta de incentivos y apoyo para la educación técnica ha limitado la oferta de institutos técnicos en el país, que además sufre de desconfianza en la calidad como consecuencia del desprestigio que sufrió por parte de administraciones pasadas. Entre 2007 y 2018, por ejemplo, los graduados de las universidades ecuatorianas crecieron 30%, mientras que los graduados de la educación dual tan solo 4%. Por otra parte, entre 2018 y 2019, fueron 46 los institutos técnicos que desaparecieron.

«Sorprendentemente, la mayoría de estos obstáculos y retrasos en los estudios de tercer nivel se dieron a partir de la aprobación de la Ley Orgánica de Educación Superior que se ha vuelto en una traba para el desarrollo de las Instituciones de Educación Superior.»

www.EcuadorUniversitario.Com