Un equipo de internacional, con participación de la Universidad de Valencia, ha identificado seis poblaciones masivas de estrellas. El hallazgo pone en cuestión el conocimiento consolidado por la comunidad científica en torno a la génesis del cosmos.
El descubrimiento de galaxias en el universo temprano –es decir, observadas a tan solo centenares de millones de años tras el Big Bang– facilita a los astrónomos nuevos conocimientos sobre la historia temprana del universo. En particular, a través del estudio de sus colores, los astrónomos pueden reconstruir sus principales propiedades físicas, como su masa estelar, su edad o la presencia de agujeros negros supermasivos en sus núcleos.
Un grupo de científicos, en el que participa el departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Valencia (UV), ha descubierto una población de seis galaxias observadas en una época entre 500 y 800 millones de años tras el Big Bang, y caracterizadas por un color intrínseco más rojo de lo común en galaxias de la misma época.
Los astros encontrados son más grandes de lo esperable entre 500 y 700 millones de años después del Big Bang
“Lo más fascinante es que, aunque solo llegara a confirmarse una fracción de estos nuevos objetos, esto ya implicaría masas entre 10 y 100 veces más grandes de lo esperado”, asegura Mauro Stefanon, investigador de la UV y uno de los firmantes del artículo publicado este miércoles en Nature.
Mario Stefanon, investigador de la Universitat de Valéncia / Universitat de Valéncia
La confirmación de una fracción de las observaciones ya implicaría masas entre 10 y 100 veces más grandes de lo esperado
Las galaxias masivas podrían haberse desarrollado muy pronto en la historia del universo
El telescopio espacial James Webb, un nuevo ojo en el cosmos
A efectos del ojo humano y desde la Tierra, la población de galaxias identificada en este trabajo ocupa una pequeña región del cielo equivalente a una veinteava parte de la superficie de la Luna. Acercarse al cosmos y lograr los resultados ahora obtenidos por el equipo internacional que lidera el astrofísico Ivo Labbé (Centro de Astrofísica y Supercomputación, Australia) es algo que la ciencia ha de agradecer al telescopio espacial James Webb (JWST).
El telescopio James Webb fue diseñado para observar el origen del universo
“El telescopio James Webb permite captar imágenes con una resolución hasta 20 veces mayor y datos mucho más sensibles que los obtenidos hasta la actualidad con los telescopios espaciales Hubble y Spitzer. Hallazgos como este constatan la efectividad del observatorio espacial y la eficacia de estudios que utilizan sus múltiples filtros para la para la identificación y caracterización de las primeras galaxias”, asegura el investigador de la UV.
Referencia:
Stefanon, M. et al. A population of red, candidate massive galaxies 500-700 Myr after the Big Bang. Nature (2023).