Docentes investigadores en Geociencias de la Universidad Regional Amazónica Ikiam, con el apoyo de la Gobernación de Napo, colaboran con estudios para mejorar las condiciones de viabilidad en la carretera Papallacta-Tena.

Han logrado identificar los principales movimientos de masa que se producen en esta vía, especialmente en una zona de falla localizada  en la carretera entre Baeza y Cosanga; por ello recomiendan realizar estudios geológicos – geotécnicos puntuales que permitan mitigar los continuos deslizamientos existentes y,  por otro lado, se propone realizar un permanente trabajo de mantenimiento vial. También se recomendó tomar las debidas precauciones e informar a la población aledaña.

Con base en este trabajo preliminar, los investigadores, Ronny Espín, Marco Simbaña y Catalina Delgado, elaboraron un inventario de los puntos críticos de  los movimientos de tierra en la carretera Papallacta-Tena e identificaron alrededor de treinta puntos vulnerables a los derrumbes, siendo el de mayor interés el tramo afectado entre Baeza y la parroquia de Cosanga donde se localiza un tramo de la falla principal activa conocida como “falla Consanga”.  Este punto, según el geofísico Sebastián Araujo, está relacionado con un fenómeno interno de movimiento de la corteza terrestre que tiene incorporado materiales como roca, agua, lodo y tierra. Las otras áreas identificadas son fenómenos externos de menor intensidad que pueden resolverse o mitigarse con la ayuda de trabajos de ingeniería civil y geotecnia.

“Es poco probable que ocurra un movimiento brusco, sin embargo, en caso de darse sería un punto crítico debido al contacto entre la placa sudamericana y la astilla norandina”, explica el Dr. Araujo; y añade que se trata de dos grandes estructuras que representan todo lo que es el centro norte del Ecuador, Colombia y Venezuela.

La megafalla atraviesa un tramo de la carretera entre Baeza y Cosanga con un desplazamiento muy lento entre unos nueve milímetros  por año; se origina desde la Isla Puná en el Golfo de Guayaquil, pasa por Pallatanga en Chimborazo, cruza por Pisayambo en Tungurahua, va por detrás de la Cordillera del Chalupas dirigiéndose hacia Consanga, avanzando por Chingual en la frontera con Colombia y continúa hacia el norte de Venezuela.

En este tramo de falla se realiza un importante trabajo de investigación ya que también se abordan los niveles de sismicidad en diferentes zonas en pro de prevenir posibles situaciones de riesgo para la ciudadanía. Este interés ha convocado el apoyo de Ikiam, la Gobernación de Napo, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, el Ministerio de Ambiente y el Ministerio de Obras Públicas.

EcuadorUniversitario.Com