La Universidad Nacional de Educación –UNAE- de reciente creación y que funciona en la Parroquia Javier Loyola del cantón Azogues, provincia del Cañar, tiene como objetivos formar docentes con un dominio de conocimientos disciplinares y pedagógicos, necesarios para garantizar el aprendizaje de los estudiantes, y formar especialistas educativos con visión estratégica y capacidad de gestión de su área de especialidad dentro del sistema educativo.
La UNAE trabaja para formar investigadores y desarrollar investigación educativa para generar conocimiento pedagógico y fundamentar la política educativa y su gestión.
Pretende establecer una relación recíproca con la sociedad a través de proyectos educativos innovadores y participativos.
Promueve un enfoque educativo intercultural e inclusivo que, partiendo de la valoración de la diversidad cultural, busque incrementar la equidad educativa, superar el racismo, la discriminación y la exclusión, y favorecer la comunicación entre los miembros de la sociedad.
La UNAE incidirá positivamente en la calidad de las instituciones educativas de tercer y cuarto nivel.
Modelo Pedagógico
El Modelo pedagógico de la UNAE establece que el protagonista de su modelo de formación es el aprendiz. Los docentes son acompañantes que orientan, estimulan, provocan, ayudan y abren horizontes, a través de la tutoría personalizada.
La UNAE ha trasladado la docencia del campo de la explicación, al territorio de la tutorización, para que cada estudiante pueda entenderse a sí mismo y desarrollar su propio proyecto vital, su proyecto profesional y las competencias que necesita como docente del siglo XXI y de la era digital.
El Modelo Pedagógico de la UNAE se basa en cinco ejes fundamentales:
1.- Competencia
En la actualidad no basta con adquirir conocimientos y reproducirlos. Los futuros docentes (y los futuros ciudadanos) deben desarrollar un conjunto sistémico de recursos que se ponen en marcha cuando se enfrentan a solucionar problemas, plantear alternativas, crear, analizar, experimentar.
Este sistema de recursos está compuesto por conocimientos, habilidades, emociones, valores y actitudes, y solo se pueden desarrollar en la práctica y en la experiencia.
2.- Práctica
Las autoridades de la UNAE creen que la formación de profesionales docentes tiene que lograr la integración de la teoría y la práctica, es por ello que el 40% del currículum se centra en la práctica en los centros escolares. Solo allí los futuros docentes pueden darse cuenta de dónde están sus deficiencias, sus fortalezas, sus lagunas, sus ilusiones; allí es donde ven si se están formando acorde a la tarea que tienen que cumplir, o no.
La práctica reflexionada, analizada, sentida, se convierte en experiencia, y la experiencia es el verdadero aprendizaje que queda para toda la vida.
3.- Cooperación
Los problemas del mundo contemporáneo son demasiado complejos como para ser afrontados de manera individual, por eso los docentes deben cooperar entre sí y enseñar a los niños a cooperar.
La cooperación se debe aprender de manera sistemática, por eso en la UNAE los estudiantes realizan sus práctica en grupos de 4. Los grupos se unen para elegir una unidad didáctica, prepararse sobre ella, diseñarla, planificarla, ponerla en práctica, observarla, debatirla, cuestionarla y reformularla, creando un ciclo de investigación cooperativa.
De esta manera los alumnos aprenden unos de otros, ayudan a los demás a comprender sus debilidades y fortalezas, y aportan múltiples alternativas que no se generarían de manera individual.
4.- Aprendizaje y Servicio
Los futuros profesionales tienen que formarse como buenos docentes allí donde más se precisa: con alumnos desfavorecidos, en contextos sociales desfavorecidos. Así aprenden a ayudar en términos pedagógicos a quienes más lo necesitan, y también a desarrollar las actitudes de compromiso social, ético y profesional donde es más difícil.
Por esta razón, el eje de la Práctica de la UNAE se desarrolla vinculado a las personas que no pueden, no quieren o no saben aprender lo que la escuela les propone.
5.- Evaluación Formativa
En la UNAE buscan que los futuros docentes superen el proceso de “calificación” convencional que se ha venido aplicando en las escuelas, pues esta es una reducción perversa e insuficiente de la evaluación integral que necesita un estudiante.
La evaluación formativa es el análisis completo que se hace de los niños y de las niñas, de sus debilidades, sus fortalezas, de dónde se estancan, de lo que están haciendo bien, etc., para ayudarles a mejorar. Esta evaluación debe ser puesta al servicio de los aprendices, devolviendo lo que van observando, para que se conozcan mejor a sí mismos y puedan superarse.
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