El resurgimiento de un hongo tropical, como seria amenaza a la producción mundial de banano, se estudia en Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), bajo la dirección de Patricia Garrido, docente e investigadora del Centro de Investigación de Alimentos (CIAL).
Los efectos de esta afección y medidas de contingencia se trabajan para evitar daños a la producción nacional. “Es una enfermedad muy peligrosa para nuestra región. En la actualidad solo está presente en el sudeste de Asia y norte de Australia y ha mermado la producción de varios países”, explica Garrido.
Esto se debe al resurgimiento del hongo, Fusarium oxysporum f. sp. cubense (Foc), también conocido como ‘mal de Panamá’ ya que una cepa similar (Raza 1), a mediados del siglo XX, acabó con la industria bananera en América Central y el Caribe. Está pérdida se superó al cambiar de especie de banano, de Gros Michel a Cavendish, la cual no era afectada por el hongo.
En la actualidad, esta especie representa el 99% de las exportaciones de banano, según Carlota Moreno, Subdecana de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería e Industrias de la UTE. Pero en contraste con lo sucedido en los años 50, la nueva cepa denominada Tropical race 4 (TR4) ha superado la resistencia en los clones de Cavendish.
“Una situación preocupante ya que no hay control biológico o químico para eliminar el TR4 y ninguna especie de banano es resistente”, comenta Garrido. El patógeno es transmitido de forma mecánica a través de los agricultores, herramientas y agua. Sus efectos son la marchitez total de la planta y la enfermedad del suelo por aproximadamente 30 años, a causa de la profundidad de las esporas.
Según cifras oficiales, en 2016 el banano representó el 40.6% de las exportaciones ecuatorianas, convirtiendo al país en el mayor exportador a nivel mundial. Es por esta razón que Garrido, durante su tiempo como Coordinadora General de Laboratorios de la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad de Agro (Agrocalidad), junto con la Dirección de Sanidad Vegetal y la iniciativa de Diego Vizcaino, Director Ejecutivo de la institución, iniciaron un plan de contingencia para evitar la entrada del patógeno a la región.
“La detección temprana de los síntomas en el campo y el rápido diagnóstico de laboratorio es un paso esencial para la erradicación o la contención de un eventual brote. Conscientes de la amenaza potencial hemos elaborado un plan de contingencia con distintos actores de la industria y gobiernos regionales”, afirma.
En el marco de esta investigación, el pasado 29 de septiembre, Garrido fue invitada a la Universidad Estatal de Oklahoma en Estados Unidos, para realizar una charla en el Departamento de Entomología y Fitopatología, todo ello con el objetivo de estrechar lazos académicos e investigativos en pos de detener los efectos de esta enfermedad.
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