Carolyn Widney Greider, Premio Nobel de Medicina llegó al Ecuador

La destacada científica estadounidense que se hizo acreedora del Nobel de Medicina por descubrir la enzima de la inmortalidad, pieza clave para frenar el envejecimiento y el cáncer, llegó a Quito para participar en la Cumbre Mundial de Medicina Trascendiendo Fronteras en Cardiología, Enfermedad Cardiovascular y Cerebrovascular, organizada por la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE).

La cita, que se cumple en el Hotel Hilton Colón de Quito, del 6 al 9 de mayo reúne además a otros 15 médicos y científicos de EE.UU., Chile, Escocia, Brasil y México; entre ellos John Puskas, jefe de Cirugía Cardíaca del Hospital Universitario de Emory, en Atlanta.

Los científicos invitados y los médicos del Ecuador participantes en el evento, tratarán acerca del conjunto de enfermedades que representan la primera causa de muerte en el Ecuador y el mundo, esto es las enfermedades cardíacas y cardiovasculares.

La Premio Nobel 2009

Carol Greider, nacida en San Diego California, el 15 de abril de 1961, es una bioquímica estadounidense, descubridora de la telomerasa, una enzima que forma los telómeros durante la duplicación del ADN. Recibió junto con Elizabeth Blackburn y Jack Szostak en 2009 el Premio Nobel de Medicina, por descubrir dos piezas claves del envejecimiento y el cáncer. Se trata de los telómeros los extremos de los cromosomas y la telomerasa, conocida como la enzima de la inmortalidad. Esta proteína protege a los cromosomas del desgaste asociado a la división celular, pero también ayuda a que las células del cáncer puedan reproducirse continuamente e invadir nuevos tejidos.

El premio de 10 millones de coronas suecas (un millón de euros) recayó en Eliza-beth Blackburn, investigadora de la Universidad de California en San Francisco, su ex colaboradora Carol Greider, que ahora trabaja en la Universidad Johns Hopkins, y el científico de la Universidad de Harvard Jack Szostak.

Greider, descubrió una enzima que parecía cerrar el círculo de la división cromosómica. Los telómeros se van acortando a medida que una célula se divide, lo que de alguna manera regula su edad, ya que, si desaparecen, la célula muere. Greider y su directora descubrieron que la telomerasa alarga los telómeros y repara su desgaste. Los científicos premiados demostraron en estudios posteriores que tanto los telómeros como la telomerasa son claves del envejecimiento. Cuando estos son cortos o la enzima está dañada, se precipita el envejecimiento celular. Por el contrario, unos telómeros largos y una telomerasa activa alargan la vida.

Según Greider, cuando se produce una división celular, los telómeros, la parte más externa del cromosoma, crean un anillo protector que se va haciendo más pequeño a medida que avanza la mitosis (división de la célula en la que cada célula hija recibe una dotación completa de cromosomas). Este anillo va perdiendo su grosor hasta que deja de proteger a la célula, que ya no se divide o muere. Es en ese momento cuando la telomerasa ayuda a evitar que los telómeros se achiquen, lo que contribuye a la juventud de las células.

2012 EcuadorUniversitario.Com

Deja una respuesta