La Sala de Prensa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), dio a conocer que en medio de las noticias del terremoto ocurrido el 1° de abril en la zona costera del norte de Chile y sur de Perú, especialistas y encargados gubernamentales de gestión de riesgo de desastres en el sector educativo de Chile, Colombia, Ecuador y Perú compartieron sus experiencias este 2 y 3 de abril, en la capital peruana.
El “Taller Subregional de Estrategias para la inclusión de la gestión de riesgos de desastres en el sector educativo” tuvo como uno de los desafíos la integración de la gestión de riesgos en la formación docente, necesidad imperiosa para difundir conductas de prevención y preparación en estos países frecuentemente afectados por desastres.
Astrid Hollander, especialista de programa en educación para el desarrollo sostenible, educación técnica y profesional y educación en situaciones de emergencia de la UNESCO Santiago, subrayó la importancia de estos encuentros de trabajo “que toman especial valor cuando vemos los frutos de un trabajo conjunto de prevención en toda una comunidad, como la del norte de Chile. En la región de Arica, Antofagasta y Tarapacá (epicentro del terremoto del 1° de abril en el norte de Chile), la UNESCO, junto al Ministerio de Educación y otros organismos asociados, ha trabajado con 144 escuelas que se encuentran ubicadas en zonas inundables (bajo la cota 30 m), información preventiva que sin duda ha permeado hacia la sociedad toda, junto a otros esfuerzos de los gobiernos locales y el gobierno nacional y que han sido de vital utilidad cuando estos fenómenos ocurren”.
Tras el terremoto en Chile del 1° de abril, en la costa de la provincia de Esmeraldas (Ecuador) se activó la alerta temprana, gracias al sistema Sistema de Alerta Temprana instalado con el apoyo de OXFAM y de la UNESCO, con financiamiento de la Comisión Europea. “Esta experiencia demuestra como ha sido útil el trabajo realizado en años previos en la costa pacífica de Sudamérica, esfuerzos conjuntos preventivos que debemos redoblar”, indicó desde Lima, Mario Calderón, coordinador regional del proyecto “Reduciendo el riesgo a través de la educación y la ciencia en Chile Colombia, Ecuador y Perú”, a cargo de la OREALC/UNESCO Santiago y que forma parte del Programa de preparación ante desastres de la Comisión Europea. Plan de acción 2013-2014.
Voces de la región
El taller de Lima fue un espacio de aprendizaje y también de compartir experiencias. Ana María Ramírez, profesional de la Unidad de Transversalidad Educativa del Ministerio de Educación de Chile y presente en el taller, mostró lo que Chile ha avanzado. Indicó que la matriz de actividades de dicha repartición pública es continua en el país del sur, e involucra de cerca a los maestros. “Dentro de las actividades de educación para el desarrollo sostenible, hemos trabajado especialmente con los docentes encargados de seguridad de establecimientos educacionales de todo el país, especialmente los que se encuentran en zonas potencialmente inundables por un tsunami”, señaló.
Y agregó: “Estamos muy contentos porque en Chile hemos hecho un gran avance en el currículum respecto de los temas de prevención, tópicos que además se encuentran dentro de los objetivos de aprendizaje en temas de autocuidado y de prevención de riesgo”.
Posición ecuatoriana
A su vez Katia Banda, profesional de la Secretaría de Gestión de Riesgos de Ecuador, valoró el intercambio entre países que pueden tener catástrofes comunes y que también enfrentan desafíos propios. Este es el caso de Ecuador, dueño de una geografía variada, diversidad que también se expresa en los tipos de riesgo que enfrentan sus habitantes. Estos desafíos han generado decisiones gubernamentales, las que serán compartidas en estas jornadas. Al respecto Banda declaró que “dado que el Ecuador tiene costa, valles, sierra con muchos volcanes y el oriente amazónico, los riesgos que enfrentan los ecuatorianos son muchos.
El Ecuador ha creado un Plan Institucional de Emergencia, iniciativa que se ha constituido como política pública. Es así como por ejemplo, dos veces al año los centros educativos ecuatorianos deben hacer simulaciones de eventos adversos; como también estamos trabajando en cursos de planes familiares de emergencia, formación que desde junio se ofrecerá en una plataforma virtual para todas las familias ecuatorianas”, dijo.
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