Solidaridad gremial
Mensaje
Desde el punto de vista ético, una situación de crisis como esta debe ser mirada y tratada como una oportunidad.
1.- Oportunidad para activar la solidaridad gremial. Unos periodistas sólidamente unidos son menos vulnerables y con mayores posibilidades de respuesta ante las amenazas o las agresiones. Es, por tanto, la ocasión para examinar: la existencia o no de agremiaciones fuertes de periodistas; la solidez y eficacia de esas agremiaciones, y sus formas de responder a la situación de amenaza.
2.- Oportunidad para hacer autocrítica. El periodismo amenazado responde con acciones periodísticas de calidad, de modo que si las presiones se fundan en reales o presuntos excesos de la prensa, se puede responder con un periodismo de calidad; y si las agresiones pretenden silenciar u obstaculizar la tarea informativa de la prensa, esto se convierte en ocasión para notificar a la sociedad y a los terroristas con una información de calidad.
2.- Oportunidad para estrechar la solidaridad y mejorar la calidad profesional mediante la multiplicación de actividades conjuntas de mutua ayuda y de actualización de conocimientos.
Como se ve estas oportunidades fortalecen la conciencia de la identidad profesional y la del papel que el periodismo desempeña en la sociedad.
Documentación
La única manera en que un ciudadano puede disfrutar del derecho a la información, que es un derecho inalienable suyo, es desde el espacio inviolable de su propia independencia de criterio y de la independencia de criterio de quien le informa. El Estado tiene el derecho de informar a través de sus propios medios, pero dentro de un espacio compartido y no distorsionado por las imposiciones del poder contra las demás presiones económicas, control de materias primas e insumos, terrorismo fiscal, discriminación en las asignaciones de publicidad gubernamental y, lo peor, a partir de allí, de leyes restrictivas a la libertad de expresión, que pretenden establecer lo que es bueno y conveniente para la sociedad y para el individuo, o lo que no es conveniente para el propio Estado. Lo que es contaminado o lo que es puro.
La libertad de expresión sólo debe depender de las disposiciones constitucionales que la garantizan de manera explícita, y de las leyes ordinarias que regulan los derechos del individuo a su privacidad, integridad y honra. Y del otro lado, el derecho ciudadano de saber es también inalienable y lo es, por tanto, el derecho de información pública, porque el peor enemigo del Estado de derecho es el secreto, cuando todo se trama y se fragua en la oscuridad, de espalda a los ciudadanos en una permanente conspiración de sombras.
Sergio Ramírez en el foro de Unesco sobre Libertad de Prensa, reunido en Santo Domingo, el 3 de mayo de 2008.
Ética de la entrevista
Mensaje
La mejor entrevista es la que se vuelve conversación y se aleja de los defectos de la entrevista.
Se trata de lograr una comunicación con otra persona, para aprovechar sus experiencias y conocimientos en beneficio de los lectores, oyentes o televidentes.
Esa comunicación se dificulta cuando la entrevista adquiere el tono de un interrogatorio judicial en que el entrevistado se pone a la defensiva, acosado por las acusaciones expresas o implícitas del entrevistador.
El respeto al otro – que es una virtud ética – impone el desmonte de uno de los presupuestos de la entrevista: que una es la posición del que interroga, y otra la del que responde, de modo que el interrogador impone los temas, los tiempos y hasta la forma de contestar. Por ejemplo: “responda sí o no”, “dígame en una sola frase”, “aténgase a mi pregunta”. Son exigencias que denotan la existencia de dos niveles en una entrevista: el alto, de quien pregunta; y el bajo, o subordinado: de quien responde.
Cuando esos niveles desaparecen, emerge la conversación en la que no hay entrevistador y entrevistado, sino dos interlocutores que en plano de igualdad intercambian datos u opiniones sobre un tema.
Ese respeto al otro, que impone igualdad, exige también que la intimidad del otro no sea forzada con preguntas o presiones, que su opinión sea serenamente evaluada y fielmente transcrita.
También es una actitud ética la de quien utiliza la entrevista como una oportunidad de buscar una verdad conjuntamente con el entrevistado. Es el reconocimiento de la vocación humana de búsqueda de la verdad y de la necesidad de hacerlo conjuntamente.
Obviamente estos elementos descartan la astucia de las preguntas, el prejuzgamiento de quien da por culpable a su entrevistado o el proselitismo de quien se propone reclutarlo para su propia opinión.
Documentación
Quiero decir que hay entrevistadores que quieren entender a sus entrevistados, que se esfuerzan en atisbar sus interiores, en deducir cuál es la forma íntima del interlocutor, el garabato esencial de su comportamiento y su carácter; y en esto, en el afán de comprender y de saber, el periodista es como el novelista que, al desarrollar sus personajes, está explorando los extremos del ser e intentando desentrañar el secreto del mundo.
Esta vertiente literaria es la que a mí más me interesa de las entrevistas, tanto a la hora de leerlas como a la de hacerlas. Por eso detesto al periodista terrible, al reportero fastidioso y narciso cuya única ambición consiste en dejar constancia de que es mucho más listo que el entrevistado, cuando en realidad siempre es mucho más tonto, porque no aprende nada.
Esto no quiere decir, naturalmente, que el periodista no pueda enfrentarse verbalmente a su oponente. De hecho, el entrevistado es eso, un oponente, tu enemigo durante el lance de la entrevista, la cual es una batalla incruenta, una obra teatral en la que los actores se atienen a las normas tácitas del juego y a los intereses de sus respectivos personajes.
Rosa Montero en “La mirada del testigo”, El País, Madrid.
Normas para la entrevista. (Resumen)
• Aborde gradualmente al interesado creando una corriente de cordialidad e identificación.
• Ayude al interrogado para que se sienta seguro y locuaz.
• Ayúdele a terminar su relato y déjele luego completarlo con fechas y hechos.
• Procure formular sus preguntas con palabras fácilmente comprensibles, evite formulaciones embarazosas con carácter personal o privado.
• Actúe con espontaneidad y deje a un lado las astucias y los rodeos.
• Escuche a la fuente con tranquilidad paciencia y comprensión. Pero desplegando una crítica interna, inteligente.
• Evite la actitud de personaje y la pose de autoridad.
• No dé consejos ni haga admoniciones morales.
• No rebata al informante.
• Preste atención no solo a aquello que él desee aclarar sino también a lo que no quiere o no puede manifestar sin su ayuda.
• Evite toda discusión sobre las consecuencias de las respuestas.
• No apremie al interrogado, concédale tiempo suficiente para que acabe su relato y valorice sus contestaciones.
Hsin Pao Yung. Citado por Mitchell Charnley en “Periodismo Informativo”.
Ética de la investigación periodística
Mensaje
Códigos y Manuales de Estilo, al hablar sobre investigación periodística, se apoyan en dos grandes valores: el del compromiso del periodista con la verdad, y el de su responsabilidad frente a las fuentes y la sociedad.
De ese compromiso con la verdad surgen deberes como el de informar solo cuando los datos obtenidos han sido comprobados. Por eso es un imperativo ético la selección de las fuentes de acuerdo con criterios de independencia y de idoneidad; manejar las informaciones como material que debe ser descontaminado de imprecisiones, errores e intentos de manipulación.
Se agrega el deber de utilizar una metodología científica tanto para la recolección de datos, como para su verificación e interpretación, y unas técnicas de comunicación que permitan compartir eficazmente la información con el público.
De la responsabilidad ante el público resulta el deber de seleccionar las informaciones en función del bien público y no bajo el propósito de incrementar la circulación o el raiting, o con intenciones partidistas o de grupo. Surge, además, el deber de hacer un seguimiento de los temas de modo que se obtengan efectos concretos de cambio en las condiciones de vida de la sociedad.
Como se ve, la mirada ética sobre la investigación es particularmente exigente en lo que concierne a sus efectos sobre la vida de la sociedad y no admite que se investigue solo por investigar, o con el objetivo mezquino de aumentar la circulación de un medio.
Documentación
La investigación periodística debe estar animada por el espíritu de respeto y defensa de la verdad.
La investigación periodística deberá extenderse al mayor número posible de fuentes y a todas las accesibles que conduzcan al mejor conocimiento de los hechos.
En todo caso se dará oportunidad a los afectados negativamente para que proporcionen su versión de los hechos.
El periodista no deberá utilizar recursos inmorales ni medios delictuales para la obtención de las informaciones.
En caso de accidentes o catástrofes el periodista tendrá presente que el rescate de las víctimas y el cuidado de su salud física prevalecen sobre el derecho a la información.
El periodista investigador deberá hacer suyo el respeto y la consideración a que tienen derecho la muerte y el dolor ajenos cuando sea necesario describir o exhibir cadáveres o heridos.
Si para ilustrar los reportajes periodísticos de investigación, fuere necesario emplear fotografías simbólicas o dramatizaciones que reproduzcan hechos reales, será de rigor enunciar al pie de la fotografía o de la imagen televisiva esta circunstancia.
La investigación periodística deberá estar enmarcada en la ley y no afectar el orden público o la seguridad nacional. El periodista investigador deberá evitar que esos grandes valores se invoquen de manera improcedente por los interesados en cobijarse en ellos para eludir las consecuencias de la verdad.
Apartes del Dictamen del Consejo de ética de los medios de comunicación de Chile sobre Ética del periodismo de investigación.
Fuente: CIESPAL