Valentina Correa, de la Fundación para la Confianza de Chile, fue recibida en la Comisión de Educación Nacional donde evaluó los resultados de la legislación, programas y medidas con las que cuenta su país para prevenir los casos de violencia y abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes en entidades educativas.
El sufrimiento infantil, los aberrantes malos tratos, la violencia y abuso generan un trauma complejo en los menores, son cosas que no olvidan y dejan consecuencias nefastas para su desarrollo, puntualizó. Por tanto, dijo, es importante trabajar en la prevención, no solamente del abuso, sino en la construcción de ambientes de armonía.
Subrayó que la fundación pudo comprobar que el abuso sexual infantil es transversal a todos los segmentos económicos. “Hay que sacar el mito que esta situación solo se encuentra en un nivel de la sociedad. Es más, el maltrato de la clase alta se encuentra institucionalmente silenciado y negado por padres y profesionales”, precisó.
Recomendaciones
Informó que la legislación chilena establece las medidas para proteger al niño, así como la activación de los protocolos de actuación, incluyendo la comunicación inmediata a la familia.
Todos los protocolos de actuación de abuso sexual infantil deben estar publicados en las páginas web de los centros educativos o las corporaciones municipales. Es clave recopilar antecedentes administrativos, que los planteles realicen oportunamente la denuncia y que la investigación la asuma la Policía.
Las normas fijan la separación inmediata del presunto agresor con la víctima; ante un hecho de maltrato es imprescindible actuar para interrumpir cualquier tipo de vulneración de derechos del niño y posibilitar la reparación. También se requiere sacar un registro de los supuestos violadores para que no puedan acercarse ni trabajar con niños, expresó.
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