La Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias expresa que ahora que las elecciones han terminado y que se perfila un nuevo Gobierno, es de vital importancia que se ponga la mirada en el desarrollo y fortalecimiento de la economía popular y solidaria (EPS).
Destaca que en un mundo globalizado por el mercado, donde la acumulación del capital propicia tanta desigualdad, la EPS no es un tema menor. Los procesos de autogestión que desarrolla sobre la base de la solidaridad y la participación democrática constituyen un contrapeso determinante a la economía capitalista y a los sentidos individualistas y egoístas que la sostienen.
La EPS es esa otra economía que puede resolver las necesidades materiales y axiológicas de las personas y conseguir su realización plena. Es el modelo económico que planifica desde la complejidad de cada territorio, reconociendo diferencias culturales y geográficas; que promueve el libre intercambio de equivalentes por sobre el juego de la oferta y la demanda, y que, por su compenetración en los territorios, resiste las crisis y crea alternativas locales de resiliencia.
La EPS es, en definitiva, la vía que posibilita redistribuir la riqueza, equilibrar las relaciones económicas y de poder y construir colectivamente un nuevo modelo de relaciones entre los seres humanos y la naturaleza.
Temas que debería considerar el nuevo Gobierno
Según la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias, la EPS aún no ha logrado superar algunos problemas, entre ellos: el reconocimiento formal de sus organizaciones y su baja institucionalidad, el débil desarrollo productivo, la precaria integración a los mercados nacionales e internacionales y el limitado acceso a servicios financieros e informáticos. Por ello, políticas, regulaciones, financiamiento y controles impulsados desde el Estado son importantes para su desarrollo y fortalecimiento.
Se hace menester, indica, instaurar políticas públicas integrales, diferenciadas y consensuadas con los sujetos sociales de la EPS, así como adecuados mecanismos de participación social. Un asunto pendiente es permitir la entrada de cajas y bancos comunales a la formalidad y a los beneficios de la política pública.
En el ámbito productivo, se torna imprescindible asegurar una gestión de calidad a los procesos productivos y sociales de la EPS; incentivar la producción y comercialización de sus productos; impulsar su innovación tecnológica; facilitar la colocación de sus productos con menor intermediación y precios favorables; promover cadenas de valor que le permitan acceder a los mercados internacionales, y subir su participación en las compras públicas.
En lo que concierne a lo financiero, anota, es necesario fortalecer el marco legal, institucional y de financiamiento del sector; profundizar el crédito en los territorios, y generar escala y eficiencia a los servicios financieros.
Todo lo anteriormente dicho no tendrá verdadero impacto si la EPS no logra complementarse con los sectores público y privado. El fortalecimiento de la EPS y el impulso de esta complementariedad son las condiciones para que funcione plenamente el sistema económico social y solidario nacional definido en la Constitución, enfatiza.
Concluye indicando que hay que tener presente que la EPS genera más de 50% de empleo para la población económicamente activa del país, por lo cual, su fortalecimiento conduce a la democratización y mejor reparto de la riqueza nacional.
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