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La investigación francesa avanza en la neurociencia

La neurociencia progresa en Francia de forma espectacular desde hace diez años.

Para comprender mejor el funcionamiento del cerebro, su estudio se ha dividido en varias disciplinas como la neurobiología, la psicología o la etología. Los investigadores disponen de numerosas técnicas que permiten analizar el sistema nervioso, como la imaginería cerebral y potentes microscopios. La observación cada vez más certera del cerebro permitirá una mejor comprensión de su funcionamiento, así como la concepción de nuevas herramientas terapéuticas. Estas cuestiones han generado recientes descubrimientos por parte de los investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS), del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación (INSERM) y del Comisariado de la Energía Atómica (CEA).

¿Cómo funciona el cerebro? Dar respuesta a este interrogante es uno de los mayores retos del siglo XXI. Además de la esperanza de encontrar respuestas apropiadas a determinadas discapacidades, enfermedades psiquiátricas como la depresión, la esquizofrenia y el autismo y enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer, la comprensión del cerebro permite conocer mejor la forma en la que los individuos interactúan entre ellos y con su entorno.

Gracias al desarrollo de los escáner, de la informática y de la biología molecular, ya es posible observar la actividad del cerebro en tiempo real y visualizar zonas asociadas a las operaciones mentales más diversas. Dispositivos de imaginería cerebral permiten ver aquello que ve una persona, siguiendo en la pantalla la actividad de su visión. Algunos programas, como el que dispone el Instituto del cerebro y de la médula espinal de París, permiten analizar de manera más precisa que el ojo humano las imágenes obtenidas por resonancia magnética clásica. La tractografía, una de las últimas técnicas de imaginería médica, permite estudiar las conexiones entre diferentes regiones del cerebro y no cada región de forma aislada.

¿Se pueden visualizar emociones, un pensamiento preciso, gracias a la imaginería del cerebro? Para Stanislas Dehaene, director del laboratorio CEA-INSERM de neuroimaginería cognitiva de Orsay, “los últimos experimentos muestran que es posible descodificar si un sujeto está pensando en una palabra de acción o su está memorizando la cifra 2 o la cifra 8. Sin embargo, estos resultados son proezas de laboratorio, requieren la colaboración estrecha del sujeto, y no están preparadas para ser aplicadas a una persona. Por lo tanto, no hay por qué preocuparse por la libertad individual, pero sí hay una enorme esperanza en pacientes tetraplégicos o con síndrome de locked in (enclaustramiento), que pronto podrán dirigir un ordenador o un robot simplemente con un pensamiento, gracias a la interfaz entre el cerebro y una máquina”.

Las enfermedades del cerebro son frecuentes, severas y diversas en su manifestación y en su origen. Afecciones neurológicas o problemas psiquiátricos afectan a más población mundial cada año. Para encontrar el modo de curar el cerebro, los científicos no dejan de lado ninguna pista: trasplantes de neuronas, proteínas reparadoras, electro-estimulación terapéutica de zonas cerebrales, futuros medicamentos…

En el Instituto de Psicología y Biología celular de Poitiers, un equipo del CNRS realizó con éxito en 2007 un trasplante de fibras nerviosas de neuronas embrionarias en el cerebro de un ratón adulto. Aquel experimento abrió nuevas estrategias para reconstruir vías nerviosas centrales dañadas y tratar determinadas enfermedades neuro-degenerativas como el Parkinson y Huntington.

El laboratorio Neurobiología de procesos adaptables realizó otra proeza sobre un ratón que presentaba una lesión en el cerebro que perturbaba el control de sus movimientos. Al inyectarle una proteína cerebral de la familia de las neurotrofinas, se crearon nuevas conexiones neuronales en la zona dañada. Esta hazaña representa una esperanza para el tratamiento de traumatismos craneales y accidentes vasculares cerebrales.

En paralelo a la utilización de estas nuevas técnicas, los investigadores siguen explorando la vía farmacológica, muy activa para luchar contra el Alzheimer, que afecta a la memoria, al lenguaje y a la capacidad de discernir. Los tratamientos actuales de estos síntomas se orientan hacia la acetilcolinesterasa, una encima fundamental en la transmisión de la señal nerviosa responsable de estas funciones cognitivas. El equipo de Grenoble del Insituto de biología estructural Jean-Pierre Ebel, en colaboración con un equipo israelí, logró observar la acetilcolinesterasa en plena acción, en agosto de 2008. Esos resultados fueron completados en 2009 por un descubrimiento fundamental: la inyección de una molécula a ratones enfermos por un equipo franco-americano logró la recuperación de las capacidades cognitivas perdidas.

Las patologías psiquiátricas también forman parte de estos experimentos. Los científicos del Instituto del Genoma de Montpellier, del CNRS, acaban de probar la capacidad de una nueva molécula sintética para bloquear el receptor cerebral de la vasopresina, una hormona implicada en la depresión. Otra pista prometedora es la estimulación cerebral profunda. Esta técnica, dirigida al tratamiento de la enfermedad de Parkinson, consiste en implantar dos electrodos en el cerebro y unirlos a un estimulador situado bajo la piel. La simulación cerebral profunda, experimentada por diversos laboratorios en Francia, también suscita muchas esperanzas para tratar los problemas obsesivo compulsivos.

Annik Bianchini

Art complejo:

http://www.ambafrance-cr.org/La-investigacion-francesa-avanza

 

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