Asimismo, el primer Mandatario resaltó el manejo ordenado de las finanzas públicas durante la crisis derivada de la pandemia, la cual causó una caída de ingresos tributarios y petroleros de aproximadamente USD 2.000 millones, entre marzo y julio. Pese a ello, enfatizó Moreno, el Gobierno priorizó los pagos puntuales de USD 500 millones en bonos de ayuda social para grupos vulnerables; USD 840 millones en aportes al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) de los servidores públicos; USD 135 millones cada mes para el personal en primera línea de la emergencia sanitaria, y se desembolsó cerca de USD 53 millones para clínicas de diálisis y becarios posgradistas del Ministerio de Salud Pública (MSP). Respecto al pago a Gobiernos Autónomos descentralizados, se informó que se ha cancelado USD 1.031 millones en lo que va del año.
Mientras tanto, el ministro del ramo, Richard Martínez sostuvo que la decisión de una estrategia integral de manejo ordenado de la deuda fue una decisión de orden político: “No haberlo hecho habría llevado al país a una debacle; al default y a un escenario económico mucho más grave”. También reiteró que el manejo de las finanzas ha sido el correcto, y por ello, Ecuador cuenta con el apoyo y la credibilidad de la comunidad internacional.
En las próximas semanas se espera un nuevo desembolso de aproximadamente USD 6.500 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI), y USD 2.000 millones de la República de China. Los recursos serán destinados para ponerse al día con las obligaciones pendientes que tiene el Estado, incrementar la protección social para 400 mil familias más que recibirán el bono y, sobre todo, para fortalecer los créditos de reactivación.
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