Hay 100 millones de mujeres jóvenes incapaces de leer una sola frase, según un informe preparado por un equipo independiente y publicado por la UNESCO. El Informe de seguimiento de la EPT en el mundo es una obra de referencia fidedigna cuyo propósito es orientar, propiciar y apoyar un auténtico compromiso con la Educación para Todos.
Según el mencionado informe, un grave desequilibrio entre los géneros en la educación mundial ha provocado que más de 100 millones de mujeres jóvenes de países de ingresos bajos y medianos bajos sean incapaces de leer una sola frase, e impedirá que la mitad de los 31 millones de niñas que no van a la escuela puedan hacerlo alguna vez.
En un resumen, publicado por la UNESCO con motivo del Día Internacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo, en colaboración con la Iniciativa de las Naciones Unidas para la Educación de las Niñas (UNGEI), se hace un llamamiento para que la equidad se sitúe en el primer plano de los nuevos objetivos mundiales de desarrollo después de 2015, de modo que todos los niños, independientemente de su sexo, tengan las mismas oportunidades de aprender con una educación de calidad.
A pesar de los avances logrados, en 2011 solo el 60% de los países había alcanzado la paridad en la enseñanza primaria y únicamente el 38% de los países la había conseguido en la enseñanza secundaria. Entre los países de ingresos bajos, solo el 20% había llegado a la paridad en la enseñanza primaria, el 10% en el primer ciclo de secundaria y el 8% en el segundo ciclo de secundaria.
Las niñas de los países árabes son las que se encuentran en peor situación: la proporción femenina con respecto a la población no escolarizada es del 60%, frente al 57% en Asia Meridional y Occidental y al 54% en el África Subsahariana.
Con las tendencias actuales, se prevé que solo el 70% de los países habrá alcanzado la paridad en la enseñanza primaria en 2015, y únicamente el 56% la habrá conseguido en el segundo ciclo de la enseñanza secundaria. Si no se mejoran estas tendencias, las niñas más pobres completarán la enseñanza primaria universal 60 años más tarde que los niños más ricos. En este nuevo resumen se reitera la necesidad de que los avances en la educación han de distribuirse de manera más equitativa entre niñas y niños si se desean alcanzar los objetivos mundiales de la educación.
Las niñas, a menudo por razones culturales, también necesitan más maestras que les proporcionen un modelo de comportamiento que evite que abandonen la escuela. Sin embargo, en el África Subsahariana, las maestras constituyen menos del 40% del cuerpo docente en todos los países en el segundo ciclo de la secundaria.
Recomendaciones
El Informe de seguimiento de la EPT en el mundo propone las siguientes recomendaciones para volver a encauzar la educación de las niñas:
- La educación de las niñas debe situarse en el primer plano de los nuevos objetivos de la educación después de 2015. Todas las niñas deberían tener las mismas oportunidades de ir a la escuela y aprender. Los nuevos objetivos deben tener metas claras y cuantificables, con indicadores que permitan hacer el seguimiento de los avances realizados por los más desfavorecidos y, en particular, por las niñas.
- Los mejores docentes deben estar al alcance de los alumnos que más los necesitan. Los planes educativos de los países deben incluir el compromiso explícito de llegar a las niñas y a los marginados. En particular, debería procederse a la contratación local de maestras. Deberían proponerse incentivos para garantizar que los mejores docentes trabajen en zonas remotas no suficientemente atendidas.
- Los docentes necesitan una formación sensible a las cuestiones de género. Los docentes, sean hombres o mujeres, necesitan formarse para entender y reconocer sus propias actitudes, percepciones y expectativas en relación con el género.
- Los planes de estudios deben ser inclusivos. Los docentes solo pueden llegar a romper eficazmente las barreras de la educación si disponen de planes de estudios adecuados e inclusivos que presten especial atención a las necesidades de las niñas en situación de riesgo de no aprender.
Fotografía: © UN photo/Bikem Ekberzade – Un grupo de jóvenes estudiantes iraquíes