El presidente del Consejo de Educación Superior (CES), René Ramírez, puso en manos de la titular de la Legislatura, Gabriela Rivadeneira, el proyecto de Ley de Extinción de las 14 Universidades y Escuelas Politécnicas suspendidas definitivamente el 11 de abril de 2012 por el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CEAACES).
En el acto de presentación del proyecto de Ley que se realizó este martes 24 de marzo de 2015 estuvieron presentes varias autoridades nacionales, entre las que destacamos: Gabriela Rivadeneira, Presidenta de la Asamblea Nacional, Rosana Alvarado, Vicepresidenta de la Asamblea, René Ramírez, Presidente del Consejo de Educación Superior, Guillaume Long, Ministro Coordinador de Conocimiento y Talento Humano, Nelson Medina, Presidente Subrogante del CEAACES, Héctor Rodríguez, Gerente General de la Empresa Pública Yachay, Fernando Cornejo, alto ejecutivo de Yachay EP, y varios rectores de las Instituciones de Educación Superior.
«Estamos cerrando el capítulo de la estafa académica»: René Ramírez
En su intervención de presentación del Proyecto de Ley de Extición de las 14 universidades suspendidas por el CEAACES, Ramírez, Presidente del Consejo de Educación Superior, dijo: “…Cerramos un capítulo nefasto de la historia del Ecuador, justamente, un capítulo de las mayores estafas que ha habido: la estafa académica de universidades de pésima calidad que perjudicaron exactamente a 26 mil personas que pudieron titularse y a muchas más que no alcanzaron a titularse”.
Enfatizó que mientras en 1999 se produjo un feriado bancario, que ha sido la primera mayor estafa social en el Ecuador, la segunda ha sido, sin lugar a dudas, a su modo de ver, la estafa académica, de esta oferta que se daba en el sistema de educación superior. «Implica un punto de inflexión en una sociedad y un sistema que queremos dejar atrás, pasando a la transformación, hacia una educación que produce no solo una mejor economía de calidad, sino una economía con mucha mayor libertad, una sociedad con mayor libertad, individuos con mayor libertad y obviamente una sociedad más igualitaria», enfatizó.
Dstacó que el CES elimina un sistema que nació mercantilizado y privatizado para una élite que sepa mandar, que pueda comprar los derechos, es decir, los que tenían plata podían acceder a la educación superior.
Informó que en 1992, el 65% de universidades eran públicas y luego de dos décadas el 60% pasó a ser universidades particulares, hecho que no es casual que en el período de liberación de la economía, que llevó a la estafa bancaria, se haya producido un deterioro absoluto de la calidad de la educación superior y de su pertinencia.
Explicó que antes del 2006, ocho de cada 10 ecuatorianos que asistían a la educación superior pertenecían al 20% más rico de la población; el 50% no ingresaba por razones económicas. Había una pésima calidad, ya que el 70% de profesores era de tercer nivel, el 50% que hoy se está jubilando también estaba ubicado en el tercer nivel; no se tenía docentes a tiempo completo, el profesorado era completamente precarizado, el promedio salarial de quien entraba a nivel de auxiliar era de 486 dólares, destacó.
Hoy, en cambio, agregó, existe una democratización en la tasa de matrícula para el acceso a la educación superior, especialmente de la comunidad más pobre.
Por su parte, Gabriela Rivadeneira, Presidenta de la Asamblea Nacional, tras recibir el Proyecto de Ley expresó que el mismo será calificado por el Consejo de Administración Legislativa y luego se entregará a la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología para cerrar el proceso iniciado y “no volver a tener universidades de garaje y lograr que todas las universidades del Ecuador cuenten con la calidad requerida para la formación de los jóvenes del Ecuador”.
El asambleísta Raúl Abad, miembro de la Comisión de Educación, destacó la contribución de la Asamblea Nacional en la transformación del sector con la aprobación de la Ley de Educación Superior. Ratificó el compromiso de apoyar el proceso de transformación de la educación superior, “ para ponerle freno a las ingenierías en cosméticos, e impulsar carreras que respondan a las necesidades del país para alcanzar el desarrollo nacional».