¿Qué ha dado América Latina y el Caribe al mundo?

Con  motivo de celebrarse hoy el Día de la Interculturalidad, en lugar de  conmemorar el Día de La Raza o el Descubrimiento de América, pesentamos un  discurso muy intersante de la autoría del Dr. Gustavo Vega Delgado, ex Rector de la Universidad de Cuenca y ex Presidente del Consejo Nacional de Educación Superior -CONESUP-.

¿Qué ha dado América Latina y el Caribe al mundo?

Por: Gustavo Vega Delgado

Desde hace un tiempo me encuentro trabajando en la necesidad de producir alguna aportación al tema central de qué es lo que ha dado América Latina y el Caribe al mundo. Es un trabajo en proceso, un constructo que con la aportación de varios académicos podemos pulir; una obra inacabada como la obra de los grandes que han incursionado en América y que le han dado configuración posterior a través de lecturas combinadas. La grandeza de América Latina debe superar todavía un complejo de inferioridad.

¿COMPLEJO DE INFERIORIDAD?

Una suerte de complejo de inferioridad –siguiendo al psicoanalista Alfred Adler- haría pensar que ALC es un lugar de la geografía mundial, solo subsidiaria de los aportes de otros continentes y de las grandes potencias. Más allá de pensamientos y sentires de alineación y expropiación –en la concepción hegeliana de los términos- de nuestras propias fortaleza y carácter, luego de siglos de dominación y descastación, cabe pasar revista de algunas de las contribuciones que esta parte del mundo le ha dado al todo.

Según la UNESCO, la contribución en Ciencia y Tecnología para el mundo desde América Latina en 1994 fue en el 3.7%, cifra en sí magra y vergonzante; pero en diez años, el peso referencial saltó al 7.4% que aunque sigue siendo una aportación relativa marginal, la tendencia hacia arriba se duplica.

HISTORIA, ARQUEOLOGÍA

Es difícil imaginar a un mundo completo sin la Isla de Pascua y las cabezas megalíticas de la cultura de los Mohais, en los mares del sur de Chile y sin la cultura de las Vegas y de la Valdivia en la costa del Ecuador. Las ciudades mayas mesoamericanas de Copán, Tikal, Palenque, Uzmal o Chichén Itzá, aún alumbran al mundo. Montealbán en Oaxaca, Teotihuacán, Tula en el Estado de México , Cacaxtla en Tlaxcala, sobrecogen aún. En Sudamérica ,Tiahuanaco en el altiplano aymara-boliviano, Sacsahuanán en las alturas del Cuzco, Machu Pichu y su energía hermética, escondida hasta el siglo XX en la ceja andina hacia la amazonia, son ciudades que compiten con los testimonios culturales de Asia y Europa. Ingapirca –ciudad cañari-inca- en Ecuador, Sipán en Chanchán en el norte del Perú. Impresionan con los legados de las culturas Chimú y Mochica-. Las ciudades prehispánicas en América Latina en general, tuvieron su propia cosmovisión y cultura, que todavía admiran a sus investigadores.

Como parte de los acontecimientos de las ciudades, el juego de pelota ritual mesoamericano, es una práctica recreacional que ha impresionado a la historia, tato como el hookey sobre pasto –creación propia de los indios norteamericanos- ha generado influencias en los deportes actuales. Más modernamente, entre otros, perfiles urbanos del mundo tienen esencia y carisma en Quito, Antigua, Habana Vieja, Zacatecas, Oaxaca, Cuenca de los Andes, Potosí, Mompós, Cuzco, en los balcones limeños y en La Candelaria de Bogotá.

Sin Haití, no hubiese habido dinero para que Bolívar financie las guerras libertarias de América.

Lamentablemente no tienen identidad solamente las claridades, sino también las oscuridades. Fabelas, ranchos, villas miseria, suburbios, son también parte de la América Latina dolida y yerma del cuerpo y alma, por donde esta parte del mundo ha exhibido también sus miserias.

PENSAMIENTO

La propia versión de la libertad acuñó una forma propia de ser, un distinto modo colectivo de ser y querer, de luchar y amar. Es difícil imaginar completo al mundo sin la rebeldía de Cuauthémoc, Lempira, Rumiñahui, Túpac Amaru, Túpac Catari y Fernando Daquilema. Simón Bolívar, San Martín, Juárez o Martí, la búsqueda de la Patria Grande dormirá sin soñar. Tampoco podemos imaginar un mundo moderno digno si la lucha de Alfonso García Robles, Rigoberta Manchú y otros activistas por los derechos humanos, el desarme, la paz y la dignidad.

El pensamiento universal se enriqueció con la teología de la Liberación –tan censurada por el Papa Woijtila, partió de la insurgencia progresista de los Pobres de América Latina, con; Leonardo Boff, Gustavo Gutiérrez, Leonidas Proaño, Helder Cámara, Méndez Acero, y tantos más. La Pedagogía de la Liberación aportó Paolo Freire. La filosofía de latinoamericanidad bucearon José Gaos, Leopoldo Zea, Agustín Basave.

ARTES

Las artes han contribuido al mundo con riqueza. El tango y la milonga, la samba argentina y la zamba brasileña –la cueca chilena, el huainu y el vals peruanos y la marinera norteña del Perú, el pasillo colombiano primero y ecuatoriano después, la cumbia colombiana, el joropo venezolano. Rancheras, corridos mexicanos, el bolero cubano primero y mexicano después, el son, la guaracha, el chachachá, el mambo, el danzón, la salsa y el merengue, el calipso, el jarabe, son parte del patrimonio musical y danzístico de la América morena y canela. Luis Alberto Sánchez desde el Perú tiene una obra luminosa sobre los orígenes y las raíces de la cultura en América. Sin el Caribe, especialmente en materia de música, América Latina está mutilada.

La quena, el charango, el rondador, la guasa, son algunos de sus instrumentos indio y, el tambor metálico de hojalata –inventado por los negros caribeños para superar la prohibición impuesta a sus percusiones-. La plástica está en el muralismo mexicano –desde Cacaxtla hasta Rivera, Siqueiros, Orozco, O´Gorman, Tamayo- y los colores estridentes de México, la escuela quiteña y cuzqueña de arte. Guayasamín y Fernando Botero contribuyeron a dar personalidad a Iberoamérica. Sin Barragán, Teodoro González y Legorreta, sin Jorge Sanjinés y Miguel Letín, la arquitectura y el cine respectivamente, estuvieran inconclusos. En los primeros años del siglo XXI, el cine latinoamericano se ha disparado meteóricamente.

“Tango cátedra mínima/ para enseñar/ a reír y llorar con bandoneón”.

Gracias a Horacio Ferrer el tiempo es ya patrimonio intangible de la humanidad como lo son el carnaval de Oruro, los shamanes callahualas, los médicos del Inca y un ya creciente número de acontecimientos en América Latina y el Caribe que la UNESCO sigue codificando.

Las artesanías latinoamericanas se identifican en el mundo globalizado en el sombrero de paja toquilla, los huipiles y ponchos multicolores. Telares, cerámicas, orfebrerías y múltiples otras formas, han dado personalidad y esencia fuera del subcontinente.

CIENCIAS HUMANAS Y LETRAS

Ellas alumbraron a Montalvo, Bello y Sarmiento, a Vasconcelos, Rodó, los dos Arguedas y Mariátegui; a Netzahualcóyortl, Sor Juana Inés de la Cruz, Rubén Darío, Juan Rulfo, Alfonso Reyes, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Jorge Amado, Jorge Luis Borges, Octavio Paz, Miguel Ángel Asturias y ahora a Vargas Llosa y García Márquez. El Ecuador por ejemplo, no estaría completo sin César Dávila Andrade y Jorge Carrera Andrade.

La CEPAL, su política de sustitución de importaciones y la teoría de la dependencia, fueron un campanazo original y distinto en materia de economía y ciencias sociales.

Las etnias y lenguas enriquecieron la antropología física y sobre todo cultural, a la vez que la linguística mundiales, recogiendo aportes propios y globalizando varios conceptos y expresiones. Solo en México se hablan más de 50 lenguas indias diferentes y más de 200 en América Latina. Los pueblos indios de América, en un triunfo excepcional de resistencia, han enriquecido los alfabetos del mundo. Latinoamérica ha dado ya, cerca de la mitad de los vocablos que hoy acepta la Real Academia de la Lengua Española, mientras Brasil es otro continente, y también en sus aportes para la lengua portuguesa. (Léase: Conversando en portugués: diálogo entre los presidentes Suárez de Portugal y F.E. Cardoso de Brasil).

También se exportaron conceptos y vocablos ligados a la pasión, el dolor y la conflictividad geopolítica por la libertad. El término guerrilla es una aportación para la lengua y también para las segundas luchas libertarias, que partieron primigeniamente desde América Latina, para luego exportarse con mínimas variantes a los otros diccionarios del mundo. (En inglés según el Diccionario Oxford se pronuncia guerila, con una “l”.) El CHé Guevara es uno de los padres del vocablo guerrilla, en un momento en que el foquismo aspiraba expandir la revolución socialista por toda América insurgente a partir de las estrategias y las tácticas de la guerra de guerrillas.

Las cruentas luchas ocurridas en los países centroamericanos en la segunda mitad del siglo XX, fueron los espacios en los cuales el concepto desaparecido –ampliamente usado en el mundo sobre todo en materia de los derechos humanos- tuvo lugar para quien no se tiene certeza de su muerte, ni que su cuerpo haya sido encontrado y cuya existencia es incierta; el vocablo se generalizó en el resto del mundo para referirse a esa terrible y nueva forma de tortura perpetrada desde la violencia, originalmente por el Estado y posteriormente por parte de grupos armados de oposición.

BOTÁNICA, ZOOLOGÍA

Las raíces de América Latina están en su suelo, en su naturaleza. La botánica alimenticia, tiene originales propias. La vainilla, el maíz, la papa, el cacao, son algunos de los frutos de la tierra que nacieron, crecieron y se cultivaron por primera vez en la agricultura sedentaria en esta parte del mundo. El Popol Vuh maya decía que el hombre vino del maíz y el Tahuantinsuyo no hubiese sido imperio sin la patata. Eduardo Estrella escribió, dando cuenta de ello, El Pan de América. La gastronomía de América Latina tiene una sólida personalidad internacional gracias al manejo de sus productos nativos.

Las daturas, la sangre de drago, la ayahuasca, también el tabaco y la coca –a pesar del uso como drogas- son una mínima lista de sus plantas médicas y shamánicas ancestrales. El árbol de la quina de Loja, cuyo extracto cura el paludismo, es la principal aportación para la humanidad del Ecuador histórico y acumulado. Las plantas ornamentales e industriales propias de América Latina incluyen el podocarpus, la ceiba y cientos de especies.

Su zoología propia es abundante. El puma, la serpiente, el águila, el quetzal, el cóndor, el cuy, la llama, los galápagos, la guacamaya son parte de sus íconos y emblemas animales nativos, totémicos y simbólicos.

La naturaleza del mundo estaría incompleta sin las islas Galápagos, las inmensas cuencas del Amazonas, el Río de la Plata o el Orinoco, sin las cataratas del Iguazú, sin los Andes y sus nieves perpetuas, sin el agua turquesa y la arenisca blanca del Caribe.

OTRAS CIENCIAS

En derecho internacional, son propios de América Latina al menos tres principios rectores: 1. El principio de la no intervención en la soberanía de los estados –que ha servido de marco universal actual para evitar que las naciones sean afectadas en la libre determinación de sus pueblos. 2. Los derechos del mar en torno a las 200 millas de la zona marítima, que partieron de la iniciativa de Ecuador, Chile y Perú en 1967, ahora sin embargo en intenso debate en las partes y frente a la Convención sobre los Derechos del Mar –CONVEMAR- .3. El Tratado de Tlatelolco, también a partir de 1967, para crear el primer organismo mundial de proscripción de las armas nucleares en la zona –OPANAL-; tal iniciativa produjo un Premio Nobel de la Paz, cuya aportación original y primigenia desde América Latina, alumbró otras iniciativas similares que se expandieron por otras regiones en el mundo.

En las ciencias médicas, es rescatable el aporte de las medicinas tradicionales precolombinas y el conocimiento ancestral de sustancias derivadas de plantas y animales. En tiempos modernos, Bernardo Houssay recibió el Nobel de Medicina, por su contribución a la fisiología y Manuel Patarroyo inventó una vacuna para prevenir la malaria.

¿Y nuestras universidades? A partir de la Primada de Santo Domingo y la segunda de San Marcos de Lima y la UNAM, en México, hay esfuerzos notables por superar rezagos y limitaciones, la migración de cuadros calificados al Norte, la transnacionalización de la Educación Superior, la inequidad económica, prepararse para las nuevas dinámicas de enseñanza, afrontar nuevas amenazas contra la autonomía, encarar la lucha contra la mercantilización de la educación. Las Conferencias de Cartagena, Galápagos, París + 11 y ahora París 100 días después, aspiran a trabajar en dos intensos días sobre la prioridad de los siguientes temas cruciales: Humanismo, Ciencia, Tecnología, Autonomía, Interculturalidad.

ÚNICA, IDÉNTICA, AUTÉNTICA

En suma, lo que más ha entregado América Latina al mundo –dejando de lado a sus creaciones, descubrimientos y personalidades, siempre incompletos a la hora de citarse- es su carácter colectivo, único e irrepetible: una forma propia de ser y sentir.

Tampoco América Latina no está completa sin su diáspora, pues sus fronteras humanas jamás aceptaron terminar en el límite del Río Grande ni en los confines de la Tierra del Fuego; sus migrantes levantaron tiendas de campaña primero y luego culturas compactas y reveladoras en la mitad de otras naciones de transtierra; su aporte ha colocado otra cosmovisión, otras rupturas y equilibrios. Y hay otro mundo en ALC al norte del Río Grade: una nación en ciernes dentro de otra, de inéditas esperanzas culturales.

¿Y DESPUÉS QUÉ?

Ya no basta la versión auténtica, pero estancada, del arielismo latinoamericano, a la hora de pasar revista a los aportes de esta parte del mundo al todo. Hay que ir más allá del Ariel de Rodó y redimensionar y actualizar a Calibán y Próspero. Hay que ofrecer otra visión de la integración de ALC.

Pasa por una fusión supranacionalista de sus partes, respetando sin embargo su amplia diversidad , a pesar de momentos graves de riesgo de disolución de la CAN y el MERCOSUR.

Otra lectura se precisa, bajo la cual al compás de la historia nueva se potencien sus culturas. Su elán, ego social, temperamento, carácter y personalidad colectivos, son fruto de lo nativo, lo negro, lo blanco, sin descuidar el aporte de las migraciones recientes que llegaron a sus tierras. Tal multiculturalismo, alumbrará nuevos perfiles de una renovada, nada estancada y dinámica personalidad latinoamericana.

Este discurso fue pronunciado el 22 de octubre del 2009 en la Universidad Central del Ecuador, en el acto inaugural de  la VIII Cumbre de Rectores de Universidades Estatales de América Latina y el Caribe, celebrada en Quito.

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