Coexistir con la ciudad, limita nuestra capacidad de descubrir y observar el entorno; la atención se centra en el desarrollo urbanístico, las mejoras en el transporte y las nuevas edificaciones; todo esto encaminado a satisfacer, solamente, nuestras necesidades: una conducta egoísta ante el verdadero entorno quiteño: la belleza biológica que nuestra ciudad alberga entre su “paisaje de cemento”.
¿Por qué no podemos pensar en los habitantes “silenciosos” de nuestra urbe? Esos seres que por el sonido de los autos o por la ostentación de las nuevas construcciones no son tomados en cuenta; aquellos que perfuman el aire de la ciudad o que, a las cinco de la mañana, nos alegran con su canto….
Esta hermosa ciudad colonial, envuelta por el azul de su cielo y asentada en las faldas del volcán Pichincha, forma parte del Bioma de los Andes del Norte y del hotspot de biodiversidad de los Andes Tropicales, los cuales se caracterizan por tener una tasa de endemismo muy elevada, es decir, que las especies de flora y fauna que viven aquí no son encontradas en ninguna otra parte del planeta. Quito, congrega una biodiversidad alta y poco conocida.
Visibilizada esta realidad solo cabe preguntar: ¿Dónde están estas especies? ¿Cómo las vemos si todo está copado de edificios y los espacios verdes son cada vez más reducidos?
Así que surge la necesidad de promocionar el Patrimonio Natural de Quito hacia la ciudadanía; por eso el Municipio del Distrito Metropolitano a través de la Fundación Finding Species y la Secretaria de Ambiente desarrolló el proyecto “Quito, hábitat silvestre”, una iniciativa que busca posicionar en el imaginario colectivo la gran biodiversidad de Quito y lograr que la ciudadanía reconozca el patrimonio natural, se apropie de él, lo valore y lo proteja.
Martín Bustamante, coordinador del proyecto Quito, hábitat silvestre
Martín Bustamante, coordinador del proyecto, comenta que ahora “sabemos más de los animales -raros- que viven lejos pero sabemos menos de los que viven junto a nosotros”. Por eso, los habitantes del distrito empezaron a preguntarse qué animales y que plantas existen en la ciudad. Entonces, la labor de Quito, hábitat silvestre es hacer ver a la gente que la ciudad no está separada del ecosistema, que son una misma cosa y están relacionadas.
Es así que “la Carita de Dios” posee una biodiversidad compuesta por alrededor de 1.000 especies de plantas vasculares, más de 50 variedades de aves, 30 formas diferentes de mamíferos, unas pocas culebras y lagartijas, 92 especies de anfibios, 53 de reptiles, 21 de peces, varias especies de ranas que se están extinguiendo y algunos miles de invertebrados. Todas ellas amenazadas por la acción humana.
Adicionalmente, Martín puso en evidencia que el problema que enfrentó este proyecto fue hacer que la gente se relacione con la biodiversidad, la descubra y sepa que ha estado y que todavía está en Quito. Es así, que Quito, hábitat silvestre propone utilizar la fotografía para presentar a las especies nativas de Quito, exaltar su belleza estética y recordar su presencia como parte de la vida que alberga la ciudad.
Para cumplir con esta iniciativa se han escogido 24 especies, debido a su relación cotidiana con los habitantes y por su importancia biológica y cultural. La lista incluye siete especies de plantas que han sido declaradas como emblemáticas, dada su importancia histórica y natural. Estas son:
- La Tuna de San Antonio y Calderón (Opuntia soederstromiana)
- Arrayán de Quito (Myrcianthes halli)
- Guabo de Tumbaco y Los Chillos (Inga insignis)
- Chocho de Rumipamba (Lupinus pubescens)
- Salvia de Quito o Ñukchu (Salvia quitensis)
- Mora de Quito (Rubus glaucus)
De igual manera, se han incluido otras dos especies emblemáticas para la ciudad:
- El Zamarrito pechinegro (Eriocnemis nigrivestis)
- La flor de taxo (Passiflora mixta)
Entre los animales, que viven junto a nosotros, encontramos al:
- Oso de anteojos (Tremarctos ornatus)
- Raposa (Didelphis pernigra)
- Rana marsupial andina (Gastrotheca riobambae)
- Cuico (Pristimantis unistrigatus)
- Culebra boba (Liophis epinephelus)
- Guagsa (Stenocercus guentheri)
- Huiracchuro, (Pheucticus chrysogaster)
- Preñadilla (Astroblepus cyclopus)
- Cuscungo (Bubo virginianus)
- Chingolo o gorrión (Zonotrichia capensis)
- Quilico (Falco sparverius)
- Colacintillo colinegro (Lesbia victoriae)
- Catso (Heterogomphus sp.)
- Mariposa (Vanessa altissima)
- El Lobo de páramo (Lycalopex culpaeus)
Como explica Martín Bustamante, el propósito de las fotografías es generar identidad frente a íconos de Quito; “es chévere que la gente se identifique con una rana o un colibrí.” Así, se revela la identidad y la relación que tiene la gente con la naturaleza y, además, “se empieza a reconocer a los animales como ciudadanos, como parte de nuestro entorno”.
Para cumplir con este objetivo, relacionar a la ciudadanía con la fauna y flora, Quito, hábitat silvestrerealizó actividades de difusión de contenidos a través de exposiciones fotografías que han recorrido distintos espacios públicos de la ciudad. De igual manera, se ha incentivado a la ciudadanía para que fotografíe a las especies que observen y compartan sus fotos en las redes sociales que forman parte de este proyecto: Facebook y WordPress; ya que con esto se propone crear un archivo de imágenes de la flora y fauna quiteña, el cual responda a criterios estéticos y científicos que muestren los detalles y la importancia biológica y cultural de cada organismo.
Por esta razón, El Imperdible invita a sus lectores a fotografiar las especies de flora y fauna que vean en la ciudad; compártanlas en las redes sociales, ya que aquí el equipo de biólogos de Quito, hábitat silvestre responderá a sus inquietudes. Además, ayudarán a difundir el Patrimonio Natural de la ciudad y así lograr que todos lo identifiquemos y nos apropiemos de él; por ejemplo, Fernanda Guillén fotografío un Halcón Peregrino en la ventana de su oficina y lo compartió en Facebook.
Finalmente, a futuro, Quito, hábitat silvestre anhela continuar con este proyecto. Plantean impulsar que la malla curricular de los colegios municipales trate contenidos relacionados con el Patrimonio Natural de Quito, es decir, que los alumnos de básica y secundaria adquieran conocimientos de las especies nativas de Quito, aprendan sobre su paisaje y su cultura. Asimismo, generar en los espacios verdes y los espacios públicos señalización; por ejemplo, si caminas por un sendero del Parque Metropolitano podrás ver las especies nativas de flora, así, tendrás en la señalización la foto y la información de esta especie.
En los últimos años, las políticas y las normativas públicas reconocen cuán importante es cuidar el medio ambiente; por lo tanto, como quiteños, primeramente, debemos entender que el crecimiento de nuestra ciudad implica que los ecosistemas se vean afectados y, en muchos casos, destruidos. Sin embargo, es nuestro deber reflexionar sobre la relación entre ambiente y cultura, ya que así lograremos disminuir o evitar la pérdida de especies y conocimientos ancestrales. ¡No debemos olvidar que existe una enorme riqueza biológica en Quito, y debe ser cuidada!
Autor: David Salas. Estudiante de Comunicación de la PUCE. Editor de la sección Medio Ambiente.
Fuente: El imperdible | PUCE