En el marco del Simposio “Periodismo de la Ciencia y la Tecnología” que se realiza este martes 8 de septiembre de 2015, en el Centro Internacional de Estudios Periodísticos para América Latina (CIESPAL), organizado por la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), se desarrollará el Taller Alternativas para comunicar la ciencia y la tecnología: ‘Comunicación en situaciones de riesgo’. Tendrá una duración de 4 horas. De 14:00 a 18:00.
Los facilitadores serán: François Houtart, Antonio Calvo, Lourdes de la Cruz y María de los Ángeles Erazo.
Según los organizadores del evento académico, los avances científicos o tecnológicos pueden tener efectos positivos o negativos en el ambiente, en la ecología, en el cuerpo humano, en el sector laboral, en la guerra y en la paz. Lo anterior implica, para países como Ecuador, la necesidad de asignar a la investigación científica y al desarrollo tecnológico un estatuto de política de Estado que permita derivar políticas públicas, como medio indispensable para acceder al crecimiento y al desarrollo justo del país. También obliga a ejercer mayor vigilancia civil y gubernamental sobre los posibles efectos negativos de la aplicación de la ciencia y la tecnología generada en el Ecuador o en otros países.
Para conseguir ambos propósitos, se requiere tomar en cuenta diversos factores, como son: la presión social o los problemas económicos, la inestabilidad política, la desnutrición, el desempleo y subempleo, el bajo promedio del nivel escolar nacional, la deficiente enseñanza y preparación en materias escolares de ciencias, los bajos índices nacionales de lectura, los medios de comunicación masiva ajenos a la ciencia nacional, los periodistas y comunicadores sin formación especializada en temas de ciencias, o la desvinculación estructural del sector productivo con el sector científico. Otro factor no menos relevante es la falta de espacios de diálogo constructivo y permanente entre los científicos y la sociedad; la consecuencia, es una sociedad distanciada de las culturas científica y tecnológica.
Superar estas limitaciones implica ejercer actividades de comunicación pública de la ciencia y la tecnología en diversos escenarios. Uno de los autores que inspiran esta propuesta es el francés Philippe Roqueplo, quien concluyó lo siguiente en su libro Le partage du savoir (en castellano: El reparto del saber, 1983): hay que “organizar conjuntamente un reparto de competencias para conectar saber y práctica”. Roqueplo sugirió hacer esto en espacios cotidianos, como son: talleres, en lo que concierne a la mecánica automotriz; consultorios médicos u hospitales, en lo que concierne a la salud. Al analizar la precitada conclusión de Roqueplo, el investigador francés Pierre Fayard escribió:
“Esta recomendación increíblemente utópica va contra el fundamento de una sociedad tecnocrática, donde la posesión personalizada o institucionalizada de un saber es condición del ejercicio de una actividad económica. La manipulación verificadora y experimental, cuando fuera posible, permitiría la adquisición de un conocimiento operativo. La propuesta contiene los gérmenes de una verdadera apropiación del medio natural, corporal y tecnológico. Se asemeja en ello a las prácticas de ciertos médicos que informan a sus pacientes sobre el origen y mecanismo de sus trastornos, así como la forma de remediarlos. Pero el problema de la existencia previa de un nivel de conocimiento suficiente para dar sentido y organización a las informaciones transmitidas, permanece intacto. Por eso sigue siendo necesaria la divulgación que mitiga las insuficiencias culturales. Este planteamiento radical de Philippe Roqueplo debería cuestionar a todo mediador científico. ¿El objetivo de un producto de comunicación es o no el reparto de una habilidad efectiva? Al final de la operación, ¿el no especialista será más o menos dependiente del especialista?” (Fayard, 2004: 39).
Otra interesante opinión que está relacionada con esta propuesta la expuso hace más de 20 años el científico y divulgador Luis Estrada Martínez, quien es reconocido como uno de los pioneros de la divulgación científica en México. Él escribió lo siguiente:
“Es claro que tanto la difusión como la divulgación son actividades de comunicación; aunque lo común es que los destinatarios se comporten de manera pasiva. Por lo tanto, cuando en la participación del conocimiento se busca el diálogo, esto es, el intercambio de saberes y de experiencias, se emplea el término comunicación”. (Estrada Martínez, 1992: 69-76).
¿Cómo comunicar públicamente la ciencia y la tecnología sin perder rigurosidad, de modo que estos conocimientos logren ser apropiados por públicos amplios para generar una visión más crítica sobre su desarrollo y aplicación? En este taller se intentará dar respuesta a esta interrogante, a partir del análisis de un tema de gran interés científico y social.
Objetivos de aprendizaje
. El taller pretende promover un encuentro más cercano entre la comunidad científica y la sociedad, a través de un formato que facilita el diálogo democrático desde un enfoque multidisciplinario.
. Fomentar una visión más crítica sobre el cometido social de la ciencia, la tecnología y la innovación.
. Estimular la participación ciudadana en el análisis y toma de decisiones sobre temas científicos y tecnológicos.
. Contribuir al fomento de la cultura científica y tecnológica, a través de espacios de diálogo e interacción más horizontal.
Metodología
En este taller se optará por un formato que promueve el diálogo y una interacción más horizontal entre especialistas de varias disciplinas y el público asistente, para enriquecer el debate en torno a un tema de trascendencia científica y social. Este formato se asemeja al que suele emplearse en los denominados “cafés científicos” y está destinado a todos quienes deseen participar en un diálogo interactivo, integrador y democrático, con la mediación de una persona que actuará como moderador/a. A partir de la información que surja de este encuentro, los periodistas serán invitados a elaborar un texto periodístico o narrativo, con fines de publicación.