Investigadores del CSIC lideran un estudio que demuestra que la mayoría de los pacientes con esta patología presenta niveles altos del gen RRAS2. Además, se relaciona una mayor cantidad de este oncogén con una mayor agresividad del cáncer. Este descubrimiento abre las puertas a la exploración de nuevos tratamientos.
Científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con el apoyo de la Asociación Española Contra el Cáncer, lideran un estudio que ha identificado un gen que, sin necesidad de mutaciones, causa leucemia linfocítica crónica, la más común en personas mayores de sesenta años.
El hallazgo, publicado en la revista Molecular Cancer, muestra que más del 82 % de los pacientes con este cáncer –que se origina en un tipo de glóbulos blancos (los linfocitos) en la médula ósea y puede extenderse a la sangre– expresan niveles altos del gen RRAS2 y que las cantidades más altas del mismo se relacionan con leucemias más agresivas.
Más del 82 % de los pacientes con leucemia linfocítica crónica presentan niveles altos del gen RRAS2
Gracias a este descubrimiento, el gen RRAS2 se perfila como un marcador inequívoco en la detección de la leucemia linfocítica crónica y abre las puertas a la exploración de nuevos tratamientos. “Creemos que la proteína codificada por este gen puede ser un blanco importante para la generación de nuevos fármacos eficaces en el tratamiento de esta enfermedad”, asegura el experto.
Un oncogén sin mutaciones
Los cánceres aparecen por la acumulación de daños en los genes de las células del organismo. La búsqueda de genes concretos como responsables de distintos tipos de tumores, los oncogenes, se desarrolla mediante la identificación de mutaciones.
En este estudio se ha descubierto que RRAS2 causa leucemia linfocítica crónica sin que exista ninguna mutación en su secuencia de aminoácidos
La relevancia de este dato radica en las formas de detección, pues el marcador de la posible presencia de cáncer no se basa en la mutación, sino en la propia cantidad del gen en el organismo. “Hemos observado que la expresión en cantidades por encima de lo normal del gen RRAS2 sin mutaciones en ratones es suficiente para provocar la aparición de leucemia linfocítica crónica en todos los animales”, concluye Alarcón.
Referencia:
Hortal et al. “Overexpression of wild type RRAS2, without oncogenic mutations, drives chronic lymphocytic leukemia”. Molecular Cancer.