Descubrimiento de nuevas especies de serpientes aporta al catálogo de biodiversidad del Ecuador

Omar Torres, investigador y profesor de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) descubrió tres nuevas especies de serpientes en las reservas del Sangay, LLanganates y Podocarpus, ubicados en la Amazonía y las estribaciones occidentales de Ecuador y Colombia.

La investigación de Omar Tores, un apasionado por la naturaleza, se refleja en el descubrimiento y caracterización de reptiles que se encuentran en el proyecto Arca de Noé, iniciativa de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT), que tiene como objetivo potenciar el descubrimiento de nuevas especies que son parte de nuestro hábitat natural. Hasta el momento se han registrado 453 especies de reptiles, que incluyen 32 especies de tortugas, 5 cocodrilos y caimanes, 3 anfisbénidos, 190 lagartijas, y 224 culebras

“En los últimos 8 años se han descubierto más de 50 especies, esto significa que pese a décadas de investigación, aún existen zonas en que se desconoce cuántas especies hay”, dijo el investigador.

Según el portal Fauna web Ecuador, el país lidera la lista de los 10 países con más diversidad de reptiles del mundo si tomamos en cuenta su área, pues cuenta con aproximadamente tres especies por cada 2000 kilómetros cuadrados. Gran parte de esta diversidad se ha descubierto y reportado en años recientes, y es muy probable que el número de especies de reptiles en el Ecuador aumente considerablemente durante los próximos años.

“Fueron jornadas extensas, caminamos al menos 12 horas en la búsqueda de nuevos reptiles. Buscamos debajo de las piedras, en árboles y en las orillas de los ríos. Fue una tarea riesgosa, más aún si nos encontrábamos con serpientes venenosas”, confesó Torres.

La exploración inició en el campo, donde observaron con minuciosidad cada una de las características de estas especies, como el número de escamas y sus órganos sexuales. Posteriormente, las muestras fueron analizadas, se tomaron partes de hígado y del músculo del animal para determinar el material genético y saber con exactitud la especie.

Este dato permitió saber con exactitud que se trataba de especies distintas. Las muestras son almacenadas cuidadosamente en frascos con alcohol para evitar su deterioro. Omar Torres las ha llamado “culebras pescadoras”, de contextura pequeña, colores poco vistosos, no venenosas y que se alimentan de lagartijas.

Los estudios de la naturaleza apuntan al hallazgo de sustancias que puedan ser beneficiosas para el ser humano y además un impacto en el sector industrial, alimenticio, farmacéutico, entre otros.

“Es importante saber qué especies tenemos alrededor, por varios motivos, uno de ellos de conocimiento humano, para saber lo que nos rodea. Por otro lado, algunas de estas especies podrían traer beneficios económicos, medicamentos que pueden derivarse de las toxinas de la piel de los anfibios o de los venenos de ciertas serpientes, por ejemplo sueros antiofídicos y otros”, dijo Torres.

La inversión en investigación da resultados

Gracias a la política pública de inversión y fortalecimiento de la investigación científica, a través del proyecto “Arca de Noé”, se han realizado importantes descubrimientos de fauna en el Ecuador. Estos eventos han sido documentados en National Geographic y en las publicaciones científicas en la revista indexada Zookeys.

En el siguiente enlace se puede conocer sobre las publicaciones científicas en la revista Zookeys.
http://zookeys.pensoft.net/articles.php?id=6533#articles.php?id=6533&_suid=145876408849703977585476078243

“El proyecto Arca de Noé es un aporte para la ciencia del país, hasta el momento se han generado 100 publicaciones científicas en revistas indexadas. Esto es una relación palpable entre el financiamiento público y la producción científica”, puntualizó Omar Torres.

EcuadorUniversitario.Com

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