Con este motivo, la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, emitió un mensaje en el que destaca «que la desertificación y la degradación de los suelos suponen una amenaza para la seguridad alimentaria, la estabilidad y la paz, a la que debemos hacer frente con rapidez y determinación y actuando en múltiples frentes». Destacó que «estos problemas atañen a las comunidades directamente afectadas, pero son importantes para todos nosotros, en todo el mundo».
La UNESCO, dijo Bokova, presta apoyo a los gobiernos para que fortalezcan en todos los ámbitos la resiliencia frente a los efectos de la desertificación. En los últimos cuatro decenios hemos contribuido a la lucha mundial contra la desertificación por medio de programas científicos de la UNESCO como el Programa sobre el Hombre y la Biosfera y el Programa Hidrológico Internacional. Nuestra labor en esta materia ha abarcado la realización de estudios a largo plazo, actividades de seguimiento y actividades sobre el terreno. En diversos lugares del mundo, las cátedras universitarias de la UNESCO sobre desertificación están cooperando para promover el estudio de las zonas áridas y la formación en materia de innovación tecnológica con objeto de mejorar la gestión y la utilización sostenible de los recursos de las zonas áridas.
Recientemente, agregó,la UNESCO coordinó una iniciativa en la cuenca del lago Chad para promover la gestión integral de los recursos naturales y la restauración de los ecosistemas. Más de 50 reservas de biosfera de la UNESCO, de 19 países de todo el mundo, incluyen ecosistemas de tierras áridas. En algunos casos, como el Oasis del Sur de Marruecos, la reserva de biosfera de Hunshandake Sandland-Xilin Gol, en China, y la reserva de biosfera de Dana, en Jordania, se ha atesorado una amplia y valiosa experiencia en la lucha contra la desertificación y en la promoción de unas nuevas economías agrícolas comunitarias en las zonas áridas. Como se pone de manifiesto en la exposición “Behind Food Sustainability” (“Los entresijos de la sostenibilidad alimentaria”) que la UNESCO organiza durante la EXPO 2015, la relación entre las comunidades, la alimentación, el medio ambiente y la diversidad cultural y natural es fundamental en el mundo de hoy.
La desertificación afectará la producción de alimentos
El Secretario General de la ONU advirtió que el ritmo actual de degradación y desertificación de las tierras provocará una reducción de 12% en la producción mundial de alimentos para 2035.
Con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación, celebrado hoy, Ban Ki-moon explicó que la seguridad alimentaria se verá afectada por la disminución de los recursos hídricos, ya que la erosión impide el almacenamiento en el suelo del agua proveniente de la lluvia y la nieve.
“Degradamos 12 millones de hectáreas de tierra productiva cada año, lo que equivale a una zona del tamaño de Honduras o Benín. Más de la mitad de nuestras tierras agrícolas están erosionadas y solo el 10% de ellas mejora. Alrededor de 500 millones de hectáreas podrían rescatarse de forma eficaz, en lugar de ser abandonadas”, apuntó.
Ban agregó que la degradación también contribuye a generar una cuarta parte de los gases de efecto invernadero que están calentando el planeta.
Aseguró que la tierra es un recurso renovable en la medida que se invierta en la neutralización de su degradación, como se plantea a los Estados en la agenda para el desarrollo sostenible post 2015.