El Informe sobre Desarrollo Mundial 2018 “Aprender a hacer realidad la promesa de la educación”, realizado por el Banco Mundial, fue presentado el lunes 7 de mayo en Quito, y contó con la participación de Fander Falconí, ministro de Educación, Reema Nayar, gerente de la Práctica Global de Educación para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Rafael de Hoyos Navarro, líder de la Práctica Global de Educación del Banco Mundial, Ximena Ponce, subsecretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación, Juan Pablo Bustamante, Subsecretario de Desarrollo Infantil del Mies.
Este informe tuvo como objetivo presentar el estudio realizado por el Banco Mundial que plantea la importancia de evaluar el aprendizaje para que su mejora sea un objetivo formal y medible; que las prácticas escolares se adapten a las necesidades de los estudiantes; y movilizar a todos aquellos que tienen incidencia en el aprendizaje.
La primera autoridad educativa señaló que la investigación y la práctica confirman que la educación mejora con la interacción óptima entre estudiantes y docentes en el aula, “por eso buscamos mejorar las prácticas pedagógicas en el aula”, manifestó.
El ministro también indicó que aun teniendo la mayor tasa de matriculados del mundo, un país no avanza sin tener una educación de calidad. “La educación reduce la desigualdad”. Además mencionó que la inversión debe ir orientada a sostener los procesos de calidad, “para esto debemos eliminar el rezago educativo, capacitar y realizar acompañamiento docente, la calidad educativa es un proceso que requiere acciones perdurables”, concluyó.
El ministro también indicó que el informe coincide con la visión de esta cartera de Estado. “Este informe presentado coincide con nuestra visión: que es medir el aprendizaje como requisito para mejorarlo, fomentar el aprendizaje entre estudiantes mediante la innovación, y el Acuerdo Nacional por la Educación con todos los actores educativos”, destacó.
Por su parte Reema Nayar, indicó que el Ecuador en la última década ha mejorado sus tasas de acceso educativo y graduación en todos los niveles. “Entre el 2007 y el 2017 la escolarización de más de 25 años aumentó 1 año en promedio”.
Manifestó además que Ecuador fue el país de América Latina que más mejoró su desempeño de lectura y matemática en los exámenes SERCE y TERCE administrados por la Unesco.
Nayar acotó que existen todavía importantes desafíos, “el 36% de todos los estudiantes de sexto grado en Ecuador pueden inferir, deducir y analizar información en un texto escrito. En matemáticas solo la mitad de los estudiantes ecuatorianos de sexto grado pueden realizar operaciones aritméticas simples”, precisó.
Con la presentación de este informe las instituciones participantes ratificaron que la educación es una prioridad y un factor predominante para poner fin a la pobreza, generar oportunidades para todos y promover la articulación del Gobierno, los medios de comunicación, los empresarios, los docente, los padres de familia y estudiantes para alcanzar la meta del desarrollo humano y social.
Mensajes principales del informe:
-Escolarización no es lo mismo que aprendizaje.
-La escolarización sin aprendizaje no es solo una oportunidad desaprovechada, sino también una gran injusticia.
-Los bajos niveles de aprendizaje en los países de ingreso bajo y mediano constituyen una problemática que se puede abordar.
Las tres dimensiones de la crisis del aprendizaje:
1. La primera son los resultados de aprendizaje poco satisfactorios.
2. La segunda dimensión de la crisis del aprendizaje son sus causas inmediatas:
-Los niños no llegan a la escuela preparados para aprender.
-A menudo los docentes no tienen las competencias ni la motivación para enseñar de manera eficaz.
-Con frecuencia, los insumos no llegan a las aulas o, cuando se cuenta con ellos, no tienen un efecto en el aprendizaje.
-Una mala administración y gobernanza suelen menoscabar la calidad de la escolarización. .
3. La tercera dimensión de la crisis son sus causas sistémicas más profundas.
Tres medidas de políticas para abordar la crisis:
-Aprender más sobre el nivel de aprendizaje para que su mejora sea un objetivo formal y medible
-Basar el diseño de políticas en la evidencia para lograr que las escuelas estén al servicio del aprendizaje de los estudiantes.
-Construir coaliciones y alinear a los actores para que todo el sistema favorezca el aprendizaje.
El informe está disponible en: Español [pdf 1762KB] Francés [pdf 1762KB] Inglés [pdf 1762KB
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