Daniela Armijos, es una hermosa y brillante estudiante de la primera Universidad de Investigación de Tecnología Experimental YACHAY, que el pasado 31 de marzo inauguró el curso de Nivelación General y el Campus Patrimonial ubicado en el cantón San Miguel de Urcuquí, en la ex hacienda San José, donde funcionó hasta 1977 el ex ingenio azucarero San José, motor productivo de la provincia de Imbabura.
Daniela logró emocionar y sacar unas lágrimas al Presidente Rafael Correa Delgado, al pronunciar las siguientes palabras:
Muy buenas tardes a todos los presentes. Antes de comenzar mi intervención, quiero agradecer la presencia de cada uno de ustedes en este evento que marcará el inicio de una nueva historia ecuatoriana.
Quiero agradecer al Señor Presidente, economista Rafael Correa Delgado, a las autoridades de la Empresa Pública “YACHAY”, a las autoridades de Urcuquí, de Imbabura, a los rectores de las universidades, a los empresarios, a los emprendedores, a nuestros nuevos profesores que han venido desde diferentes partes del mundo y, por supuesto, a los miembros de las comunidades de Urcuquí por permitirnos ser sus nuevos vecinos en la Ciudad del Conocimiento.
Vengo de la provincia que orgullosamente lleva el nombre de nuestro libertador: Simón Bolívar; una provincia donde el 20% de la población es indígena y que por muchos años ha sabido enfrentar la exclusión social. Estudié en el Colegio Nacional Pedro Carbo de la ciudad de Guaranda, institución educativa donde alcancé el bachillerato como Químico Biólogo.
Mi ciudad, San José de Chimbo, se caracteriza por ser un sector dedicado al trabajo agrícola. Por largos años muy pocas personas podían terminar la primaria o el bachillerato. Los libros de historia nos hablan sobre el Ecuador del pasado, cuentan las épocas donde nuestros abuelos fueron marginados, excluidos, relegados.
Pero esos tiempos, ahora son tan solo recuerdos, porque gracias al proceso que está viviendo el Ecuador, las nuevas generaciones hemos empezado a cosechar los frutos de la construcción de un nuevo país, un país de sonrisas, de trabajo, de realidades y de promesas cumplidas.
Mis padres me han enseñado que el estudio y la preparación constante son los mejores aliados para construir nuestro futuro. Impedir el acceso al conocimiento era una de las estrategias de quienes nunca pensaron en la construcción de un verdadero país.
Pero ahora los tacaños, los mezquinos ya no están en el poder, ahora el poder está en las manos de las amas de casa, del agricultor, del emprendedor, de los jóvenes; ahora si somos protagonistas del desarrollo de nuestro país.
Impulsados por usted señor Presidente, estamos motivados por saber que existen promesas cumplidas; estamos fortalecidos por el retorno de la esperanza; estamos ilusionados con nuestro presente. Hoy, sabemos que insertar al Ecuador en la Sociedad del Conocimiento no es un sueño, es un camino que se ha iniciado gracias al trabajo en equipo, la unión de voluntades y el compromiso nacional por demostrarle al mundo de lo que somos capaces.
Hoy, el conocimiento es un bien público, ese conocimiento que nos habían negado desde hace más de quinientos años, ese conocimiento que estaba concentrado en unos pocos países llamados del Primer Mundo, ese conocimiento es al que hoy tenemos acceso gratuito gracias al Proyecto histórico Yachay Ciudad del Conocimiento.
Yachay representa el comienzo de grandes historias, el inicio de una nueva era en la sociedad ecuatoriana, la era del conocimiento. 174 alumnos de todo el Ecuador estamos viviendo en lo que antiguamente eran las casas de los zafreros; este lugar donde muchos fueron tratados como esclavos, hoy es testigo fiel del renacer del Ecuador del futuro.
Hoy, Yachay es la muestra de que estamos caminando por el camino correcto. Es la puerta abierta para los luchadores de la vida. Hoy, el mundo pone sus ojos en el Ecuador del futuro.
Gracias a nuestros padres por educarnos con amor y dedicación; gracias a nuestras familias migrantes por demostrarnos que la lucha continúa. Gracias a la Revolución Ciudadana por regalarnos la oportunidad de ser los productores y propietarios de conocimiento.
Desde aquí, desde Urcuquí, desde la Universidad de Investigación de Tecnología Experimental en la Ciudad del Conocimiento hemos empezado a construir la nueva era del Ecuador. Gracias a Usted señor presidente por devolvernos la esperanza de un nuevo Ecuador.
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