En el marco del Segundo Foro Virtual de rectores sobre el papel de las universidades en la ciencia, tecnología e innovación: Desafíos y oportunidades, realizado por el Foro CILAC el 10 de diciembre, se presentó el documento Investigación y vínculo con la sociedad en Universidades de América Latina, elaborado por el Observatorio Iberoamericano de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), como aporte a las discusiones del Foro CILAC, e incorporando contenidos aportados por la Oficina Regional de Ciencias para América Latina y el Caribe de UNESCO.
El citado informe servirá para delinear la reflexión de los rectores y altas autoridades de Ciencia, Tecnología e innovación de América Latina en torno de la situación de nuestras Universidades en ciencia y tecnología, a los impactos y transformaciones en curso, así como para dar a conocer las actuales agendas de política científica gubernamental que desde los distintos países se desarrollan, perfilando así un mejor pronóstico a la respuesta de la ciencia latinoamericana a la pandemia, y en el post COVID-19.
PRINCIPALES AFIRMACIONES
Los países de América Latina han alcanzado en los últimos años una capacidad que les permite acceder en mejores condiciones que en otras épocas a los beneficios del conocimiento científico y tecnológico, evitando algunos de sus efectos negativos.
Las universidades de la región han visto crecer un 40% su población estudiantil entre 2010 y 2018, pasando de 21 a 30 millones. Este proceso de crecimiento fue acompañado por el aumento de la cantidad de personal académico y de los investigadores, en un contexto de incremento del gasto público en educación superior. El crecimiento de la
matrícula, que ocurre especialmente en el nivel de grado, conlleva además un proceso general de feminización y de privatización en algunos países de América Latina.
Una parte considerable de la producción de conocimiento científico y tecnológico en América Latina se lleva a cabo en las universidades. Si bien esas instituciones son importantes en la investigación y desarrollo en todo el mundo, en América Latina se destacan como actores centrales, ya que el 74% de los investigadores están radicados en las universidades; principalmente en las públicas.
Por tal motivo, las universidades latinoamericanas disponen hoy de la mayor capacidad de dar respuesta a problemáticas sociales. Si bien las universidades tienen una fuerte vocación de vínculo con la sociedad, su realización no depende solamente del actor universitario, sino de la sociedad de su entorno.
Existe una paradoja al respecto, y es que las universidades deben generar su propia demanda. La evidencia disponible muestra que sólo un tercio de las actividades de vinculación tienen su origen en una demanda externa, lo que da cuenta del esfuerzo que deben realizar las universidades por vincularse con el entorno. El modelo de vinculación no está basado tanto en la demanda, como en la oferta de conocimientos que a juicio de las universidades son útiles para la sociedad.
Un ejemplo actual y significativo de la vinculación de las universidades con su entorno lo constituye la respuesta universitaria a las necesidades que demanda la sociedad por el COVID-19. La crisis global desatada por la pandemia puso a las instituciones de ciencia y tecnología, y a las universidades entre ellas, en el centro de la escena como actores privilegiados en la lucha contra esta enfermedad.
Una encuesta a universidades latinoamericanas realizada por IESALC muestra que las instituciones están comprometidas con la investigación sobre COVID, aunque el volumen de sus recursos que dedican a la investigación es muy bajo. Muestra también que los gobiernos se han apoyado en las universidades para diseñar sus estrategias de respuesta al COVID-19 y confían en ellas como motor de la investigación.
Una lección de los días de pandemia es que las sociedades necesitan contar con una capacidad anticipatoria de los fenómenos naturales y sociales. Por lo tanto, el desafío estratégico de las universidades está esencialmente vinculado con su potencialidad prospectiva que permita prevenir acontecimientos calamitosos, como el actual COVID 19 y detectar oportunidades que puedan ser aprovechadas.
Si bien los datos muestran que las universidades son las principales instituciones científicas de América Latina, no siempre son reconocidas así por la sociedad. Los resultados de una encuesta muestran que el 80% de quienes respondieron fueron capaces de reconocer al menos una universidad, pero sólo el 20% nombró espontáneamente a una universidad cuando se le consultó por instituciones de ciencia y tecnología.
Los recursos económicos de que disponen las universidades latinoamericanas para realizar investigación no son proporcionales al número de investigadores universitarios. En América Latina, la inversión en I+D en relación con el PBI es visiblemente inferior a la de los países más avanzados. Además, las universidades cuentan generalmente con menos recursos que otros centros de I+D públicos y privados.
Dada la vocación social de las universidades y sus recursos humanos para la ciencia y la tecnología, se hace un llamado a aumentar el financiamiento a aquellos proyectos de calidad y con clara orientación social.
www.EcuadorUniversitario.Com