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Rafael Correa es el Hombre del Año – Parte 1

Para el cuerpo de redactores y el Consejo Editorial de EcuadorUniversitario.Com, el primer diario digital del Ecuador especializado en temas de Educación Superior, El Hombre del Año, es el Presidente Constitucional de la República, economista Rafael Correa Delgado, por sus logros alcanzados a nivel nacional e internacional, y fundamentalmente por el exitoso programa de trasformación de la educación superior que lleva a cabo su Gobierno.

La provisión de educación superior de calidad forma parte de un capítulo de política social, porque la educación de tercer y cuarto nivel tiene importancia vital para el desarrollo general de la sociedad.

Rafael Correa ha dado mucha importancia a la educación superior de calidad y a la investigación científica, a través del Proyecto Prometeo apuntala la construcción de una sociedad generadora de conocimiento mediante el financiamiento de estancias temporales y permanentes de científicos extranjeros y ecuatorianos residentes en el exterior, con títulos de doctorado y posdoctorado, expertos en ciencia y tecología. Además, ha creado varias becas de pre y posgrado no reembolsables; ha  incrementado el crédito educativo en mejores condiciones; ha trabajado en el fortalecimiento de las universidades y de los institutos técnicos y tecnológicos, impulsando la evaluación y acreditación de las IES; ha cristalizado una mejora salarial de los docentes/investigadores; mantiene una inversión de casi el 2% del Producto Interno Bruto en educación superior; ha sido el gestor e impulsor de la creación y edificación de cuatro nuevas universidades de primer nivel: Yachay, en Imbabura, Ikiam, en la Amazonía, Unae, en el Cañar; y, Uniartes en la ciudad de Guayaquil. Este conjunto de políticas procuran crear el entorno académico e intelectual más propicio para el cultivo de la investigación, la cultura, la ciencia, la reflexión crítica y el conocimiento de punta.

Ecuador se encuentra inmerso en un arduo proceso de transformación de su sistema universitario, para posteriormente alcanzar el cambio de la Matriz Productiva. Con el despegue de la Ciudad del Conocimiento (Yachay) y su articulación a centros de investigación, se comenzará a formar las capacidades para el cambio de la matriz productiva, planificando el desarrollo de bioconocimientos, bioservicios y su aplicación tecnológica. La investigación y la transferencia tecnológica serán centrales en este proceso. “Sin la economía del conocimiento no hay cambio posible de la matriz productiva”, destaca el jefe de Estado. Y tiene razón.

“El Ecuador busca la democratización de las estructuras productivas, de la sociedad ecuatoriana; y, una mayor soberanía en el sistema internacional de Estados. Una de las propuestas programáticas centrales de este Gobierno constituye pasar de la economía de los “recursos finitos” a la de los” recursos infinitos”. Es decir, de ser un país primario exportador y secundario importador a construir una economía basada en el conocimiento y la creatividad del talento humano de sus ciudadanos y ciudadanas. Los recursos naturales son finitos y perecibles. Las ideas, la innovación, la creatividad y la cultura no tienen -a priori- más límites que los éticos”, afirma René Ramírez, titular de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación.

Rafael Correa ha desplegado un esfuerzo descomunal para cambiar las caducas y precarias estructuras educativas en Ecuador, garantizando los principios de democracia, calidad y pertinencia. Ha recuperado la educación superior como bien público, un bien que no solo afecta a los individuos que transcurren por ella, sino a la sociedad en su totalidad.

Los cambios significaron y lograron, en primer lugar, recuperar la calidad de la educación superior, lo que conlleva en varios casos poner fin a los negocios de algunos negociantes sin escrúpulos de la educación; y, segundo, acabar con las lucrativas “universidades de garaje”.

Se ha puesto fin al daño causado por la desregulación neoliberal de los últimos 20 años que permitió la creación de mal llamadas “universidades” en cualquier lugar.

El Gobierno tomó la muy valiente e histórica decisión de cerrar de manera definitiva a 14 universidades que carecían de calidad. Todos sus estudiantes, cerca del 8% de la población estudiantil del Ecuador, fueron reubicados en las universidades restantes del país para que puedan culminar sus estudios.

También se suspendieron 44 campus universitarios, extensiones universitarias que funcionaban alejados de la matriz, muchos de los cuales funcionaban en condiciones absolutamente precarias e inaceptables. Pese al costo político y al enfrentamiento frontal con las mafias de la educación superior, Rafael Correa no está dispuesto a permitir la estafa académica.

(Continúa: Leer Segunda parte)

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