Carlos Ruíz, estudiante de Ingeniería Ambiental de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), representará al continente americano tras haber sido galardonado con el premio ‘Tierra para la Vida: Activistas por el Cambio Climático 2017’ por su trabajo como activista ambiental y social. Este premio lo otorga la Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación (CNULD) a jóvenes de todo el mundo que promocionan buenas prácticas ambientales.
“Es un honor haber sido seleccionado y representar no solo al Ecuador sino a toda América”, comenta Ruíz. Junto con Wangechi Kiongo y Courtney Dehn-Gurbacki, representantes de África y Europa, ofrecerán conferencias a líderes empresariales, activistas ambientales y estudiantes en China y Mongolia del 3 al 15 de mayo.
En las charlas en China y Mongolia el joven ecuatoriano presentará la importancia de la alfabetización ambiental, el cuidado de la selva y la necesidad de que las empresas tomen acciones al respecto.
La CNULD es el único acuerdo internacional jurídicamente vinculante en cuestiones relacionadas a la buena gestión de la tierra. Por esta razón, escogen todos los años a los mejores perfiles en el campo de la conservación ambiental para que compartan sus experiencias y propuestas.
“Fue una sorpresa cuando me llamó la ONU”, recuerda Ruíz. Esto se debe a que fue nominado al concurso de manera anónima y luego fue contactado para que envíe sus proyectos y evidencias. Su trabajo, desde los 17 años, se ha enfocado en la lucha contra la urbanización de la selva y alfabetización ambiental a comunidades indígenas.
El proyecto más importante lo realizó con comunidades waoranis del Yasuní. “Trabajando conjuntamente con los líderes buscamos educar sobre lo que significa vivir en un área protegida para crear una resiliencia comunitaria consolidando mecanismos no violentos que propicien la protección de los derechos de la naturaleza y las personas”, explica Ruíz.
Tras la evaluación de cientos de proyectos internacionales, el comité internacional lo escogió entre 150 otros jóvenes semifinalistas.
“Espero que en el futuro más jóvenes se apasionen por luchar en contra de los procesos de desertificación y que esto se traduzca en un apoyo internacional más grande por el medio ambiente”, destaca Ruíz.
Las autoridades de la Universidad Tecnológica Equinoccial expresaron que es un orgullo para la UTE contar con estudiantes que trasciendan en su vida profesional y aporten al desarrollo de una sociedad más sustentable para las futuras generaciones.
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