UTE presenta resultados de investigación sobre el cáncer y su relación con el origen étnico

El cáncer afecta a toda la población humana,independientemente de su origen étnico. Es decir, la enfermedad no diferencia entre mestizos, caucásicos, afrodescendientes o indígenas; pero un nuevo estudio del Centro de Investigación Genética y Genómica (CIGG) de la UTE demuestra que si bien no es la enfermedad, es la ciencia la que discrimina.

“Hemos evidenciado que existe un sesgo estructural en la investigación oncológica de la población humana desde inicios de este campo ya que se ha desarrollado mayoritariamente en poblaciones caucásicas”, explica César Paz y Miño, Director del CIGG y coautor; junto a Santiago Guerrero, Andrés López-Cortés, Jennyfer García, Ana Karina Zambrano, Patricia Guevara, Abigail Gonzáles y Paola Leone de la UTE; Alejandro Cabrera-Andrade de la Universidad de las Américas, y Alberto Indacochea del Instituto de Ciencia y Tecnología de Barcelona.

La conclusión, la obtuvieron luego de analizar por un año, más de 689 líneas celulares históricas (muestras in vitro de un cáncer), 19 biobancos internacionales, y aproximadamente seis millones de muestras alojadas en bases de datos de importantes proyectos de genómica a nivel internacional.

“Fue un análisis exhaustivo sobre la inserción étnica y racial en todos los aspectos de la investigación oncológica, desde aspectos fundamentales hasta procesos más complejos y aplicados que se utilizan en la actualidad”, comenta Santiago Guerrero, coautor e Investigador del CIGG.

Es así que identificaron dos tendencias en los estudios del cáncer, la primera, una falta de información racial/étnica sobre las muestras;  y la segunda, una sobrerrepresentación de muestras de individuos caucásicos; contrastada con una presencia porcentual en promedio de menos del 5% para poblaciones asiáticas, afrodescendientes, hispanas u otras.

Esto significa que los estudios sobre la incidencia del cáncer, supervivencia, respuesta farmacológica, ensayos clínicos, vías moleculares y epigenética a nivel mundial e histórico han sido enfocados mayormente a poblaciones anglosajonas. Lo cual, argumentan los autores, tiene implicaciones en los pacientes hasta en las políticas de salud pública de los Estados.

La importancia de estos resultados se debe a que desde hace aproximadamente una década varias investigaciones han confirmado que el origen étnico tiene un gran impacto en el desarrollo del cáncer. Por ejemplo, se ha demostrado que las mujeres hispanas o africanas con cáncer de mama tienen un mayor riesgo de muerte con respecto a aquellas de origen europeo; o pacientes asiáticos con cáncer de pulmón debido a mutaciones genéticas responden mejor al tratamiento farmacológico.

“Si los fundamentos del estudio del cáncer se basan en una muestra mayormente caucásica, es probable que los compuestos probados que no sirven para ellos y fueron descartados, sirvan para nuestra composición genética hispana ya que se desarrollan medicamentos basados en la genética caucásica para luego ser probados exclusivamente en las mismas poblaciones “, señala Guerrero.

La relevancia de esta investigación en la ciencia internacional resultó en que el artículo sea publicado en la prestigiosa revista internacional Nature Scientific Reports. “Es un gran logro para nuestro grupo de investigación, este estudio es la base para todas las investigaciones oncológicas que desarrollamos y demuestra la necesidad de hacer investigaciones con enfoque étnico “, comenta César Paz y Miño.

Algo que los investigadores mencionan es clave para la población ecuatoriana, cuya mayoría es mestiza (61.7% indígena, 34.6% caucásico y 3.7 % afro-ecuatoriano) y ha sido poco estudiada en términos moleculares en lo que respecta al cáncer. En 20 años se han estudiado solamente 26 genes implicados en el cáncer de 572 descritos actualmente, aunque en el CIGG se continúa profundizando en el estudio específico enfocado en la composición genética de las poblaciones.

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