EcuadorUniversitario.Com

A las madres del mundo

Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva

Les debemos lo que somos
y pasamos a ser la razón de su existencia,
cuando nacemos y por el resto de nuestras vidas.
Calman el dolor más grande con un beso,
con una caricia o con un te quiero.
Son la bondad y la ternura,
la paciencia y la dulzura,
nuestra luz y sabiduría,
guías en nuestras vidas.
El principio y fin de todo,
tienen la casa limpia,
la comida caliente,
ropa planchada
y el jardín florido.
Benditas por Dios,
para la perduración
de nuestra especie
porque crecimos
en sus vientres,
con su calor y sustento.
Saben qué nos hace falta
en el armario o refrigeradora,
cómo ahorrar, cómo curar una herida
y cómo hacer para que alcance la comida.
Cuántas veces hacen tareas gratuitas,
sin tener vacaciones ni pago de horas extras,
sin esperar nada a cambio sino el amor a la familia unida.
Sus consejos: luz que ilumina nuestro camino de la vida.
Su corazón: agua cristalina.
Son un regalo de Dios:
ángeles para cuidarnos.
El mejor regalo en su día:
un beso tierno en su frente
o una flor en su memoria.
Reciban nuestro homenaje
desde lo más profundo
de nuestro corazón,
porque son
seres sublimes.
Que Dios las bendiga:
por siempre y para siempre.

Día de la Madre, mayo 11 de 2014.

Salir de la versión móvil