ANDRÉS LÓPEZ CORTÉS
Los investigadores de la Universidad UTE, Andy Pérez-Villa y Andrés López-Cortés, realizaron un estudio bioinformático en 10918 individuos con 32 tipos de cáncer diferentes (PanCancer), y encontraron 140939 alteraciones genómicas presentes en 206 genes involucrados en el ritmo circadiano.
El gen con más alteraciones fue DRD3, seguido de TP53, PTEN, NPS, GHRH, entre otros. El cáncer con más alteraciones fue colangiocarcinoma, seguido de cáncer de útero, melanoma, cáncer de vejiga, cáncer de riñón, entre otros. Por último, el estadio tumoral con más alteraciones fue T4, este estadio es el más agresivo y letal debido a que tiene alta relación con la metástasis (diseminación del cáncer a otros tejidos).
El ritmo circadiano es un patrón cíclico de aproximadamente 24 horas presente en la mayoría de los organismos vivos. Dentro de estos periodos de día y noche, el reloj biológico o circadiano es el encargado de optimizar el funcionamiento celular del organismo, permitiendo coordinar y organizar diversas actividades fisiológicas y conductuales en beneficio de la supervivencia y reproducción de estos.
En los seres humanos, varias actividades son dependientes del ciclo de sueño y vigilia, tales como la presión arterial, la temperatura corporal y la secreción hormonal, que fluctúan organizadamente dentro de estas 24 horas. Los ritmos circadianos se ven afectados no solo por factores ambientales como la luz y comida, sino también por factores moleculares propios del reloj circadiano. Varios genes están involucrados en el reloj biológico. La alteración de los ritmos circadianos puede predisponer la aparición de numerosas enfermedades crónicas como el cáncer, el cual es la segunda causa de muerte por enfermedad en el mundo.
Hoy que vivimos en un mundo industrializado y bajo un periodo de pandemia con horarios indefinidos, el moderno estilo de vida acelerado permite que la homeostasis celular interna se vea interrumpida constantemente. Desde el 2007, la Organización Mundial de la Salud estableció a la disrupción del ritmo circadiano como un probable carcinógeno. Estas alteraciones se han relacionado con una alta incidencia de cánceres, como de pulmón, mama, ovario, próstata, páncreas, colorrectal y endometrio, carcinoma hepatocelular, osteosarcoma, leucemia mieloide aguda, linfoma no Hodgkin y carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello. Estudios epidemiológicos han encontrado que trabajadores con turnos nocturnos tienen una probabilidad más alta de desarrollar cáncer de mama y próstata. Los genes del reloj circadiano pueden estar involucrados en la tumorogenesis, alterando las respectivas vías de señalización como la regulación del ciclo celular, reparación del daño del ADN, proliferación y apoptosis celular e inmunidad tumoral.
En conclusión, este es el primer estudio genómico realizado en 32 tipos de cáncer en genes relacionados con el ritmo circadiano, en donde se encuentra una significativa asociación entre las alteraciones con el desarrollo del cáncer y con el desarrollo de la metástasis.
ANDY PÉREZ VILLA