El art. 174 de la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), dispone que el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CEAACES) evaluará, acreditará y categorizará las carreras de las instituciones de educación superior. Los procesos que conllevan el funcionamiento y la realización de una carrera son altamente complejos e involucrarán varios actores, esto exige que el CEAACES trabaje desde múltiples enfoques, ajustándose a objetivos claros para la transformación del sistema de educación superior.

Para cumplir el mandato legal, el CEAACES construyó un Modelo Genérico de Evaluación de Carreras Presenciales y Semi-Presenciales, que reúne aspectos y criterios comunes a todas las carreras a ser evaluadas.

La evaluación de la calidad de las carreras es un proceso que consiste en una valoración de las mismas, comparándolas y contextualizándolas en un marco histórico, económico y social, que se determina de acuerdo al enfoque teórico utilizado para definir la calidad.

En esencia es un proceso que evaluará dos parámetros: el entorno del aprendizaje, en el que se empleará un modelo específico de evaluación de la carrera; y el resultado del aprendizaje, que consiste en un examen aplicado a los estudiantes de último año de la carrera.

El CEAACES, a través de la Resolución No 001 – 056 – CEAACES 2013, resolvió dar inicio al Proceso de evaluación y acreditación de carreras de las Universidades y Escuelas Politécnicas por la carrera de Medicina, dentro el área de la salud y servicios sociales por tratarse de una carrera de interés público.

La necesidad de evaluar carreras nace del derecho fundamental que tiene la ciudadanía de recibir educación superior de calidad como lo establece la Constitución de la República del Ecuador.

La calidad es un principio vital de la educación superior que consiste en la búsqueda constante de la excelencia, la pertinencia, la producción óptima, la transmisión del conocimiento y el desarrollo del pensamiento mediante la autocrítica, la crítica externa y el mejoramiento permanente.

Dada la importancia fundamental de establecer parámetros de calidad, no solamente en las Universidades y Escuelas Politécnicas, sino también en los diversos sistemas que componen a las IES, es una prioridad evaluar las carreras para ofrecer adecuados niveles de excelencia académica.

El Examen Nacional de Evaluación de Carreras y Programas Académicos, y el Examen de Habilitación Profesional que se tomó este domingo 16 de noviembre de 204 a 3.700 estudiantes de último año de Medicina, son evaluaciones académicas de resultados de aprendizaje de carácter oficial y obligatorio. El primero, es complementario a oros mecanismos de evaluación y medición de la calidad de las carreras y, la aprobación del examen de habilitación es un requisito para el ejercicio profesional. Para el efecto, el CEAACES elaboró una normativa que garantiza los derechos y obligaciones tanto de las IES como del propio Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior, estableciendo normas jurídicas claras que deberán ser aplicadas por las autoridades, garantizando así un proceso transparente y democrático de evaluación.

El Estado ecuatoriano le ha conferido a la educación superior un rol fundamental en la consecución del buen vivir y en el cambio de la matriz productiva y cognitiva; en virtud de lo cual, se viene impulsando de forma sostenida un amplio proceso de fortalecimiento de la calidad, de la excelencia, de la pertinencia y democratización de la educación superior.

La evaluación de los resultados de aprendizaje es desde hace varios años uno de los instrumentos fundamentales de transformación de la educación superior, pone en evidencia la eficacia de las instituciones y sus procesos educativos. De allí, que dejando de lado la mirada tradicional de evaluación que priorizaba al profesor y a los contenidos de estudios, el modelo de evaluación adoptado por el CEAACES, privilegie los aprendizajes del estudiante.

Con el examen que el CEAACES tomó este domingo 16 de noviembre a los estudiantes de último año de Medicina, se espera que el médico general ecuatoriano demuestre capacidad para la resolución de problemas inherentes a su profesión y en la toma de decisiones clínicas en las acciones de prevención, atención y rehabilitación, bajo los principios de la medicina basada en evidencias, la bioética y el respeto a la multiculturalidad.

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