China extenderá de continuo la cooperación con los países de América Latina y el Caribe en ciencia y tecnología, en cultura y educación y será paulatinamente uno de los países que desarrollen con mayor rapidez el turismo en la región y en el mundo. Todo esto empujará con energía el aumento del comercio de servicios en todos los países.
Los hechos han demostrado y seguirán comprobando que el desarrollo pacífico de China no constituye amenaza para ningún país, sino que ofrece oportunidades nada fáciles de conseguir. La “teoría de la amenaza de China”, con la que gente con “anteojos de color” especuló algún tiempo, está siendo sustituida por la “teoría de las oportunidades ofrecidas por China”.
Extendiendo la vista hacia el futuro, estamos llenos de confianza en el porvenir de China y del mundo entero. China será para siempre una fuerza de paz internacional, nunca procurará hegemonía ni esferas de influencia, y jamás será una superpotencia. El pueblo chino, junto con los demás pueblos del mundo, marcharán adelante, unidos de las manos, en defensa de la paz mundial y en aras de la promoción del desarrollo conjunto.