A pesar de la escasez de recursos económicos, la investigación científica en el Ecuador ha ido en constante aumento en los último años; varias instituciones públicas y privadas, fundamentalmente las instituciones de educación superior y los institutos de investigación públicos, así como un vasto potencial de recursos humanos, realizan trabajos de investigación en los más diversos campos de las ciencias sociales, ciencias naturales y tecnología.
Sin embargo, la tendencia actual indica que los resultados de la investigación científica no son materia de una debida comunicación a los públicos involucrados con los contenidos científicos, más allá del especialista.
De ahí la necesidad de plantear el problema de la comunicación de la ciencia, a fin de llegar a propuestas cuya aplicación permita un mejor uso de los resultados de la investigación científica, en el contexto principal de atender nuestras necesidades de desarrollo nacional.
La comunicación científica para el desarrollo debe estar centrada en dos objetivos primordiales:
1.- Dar eficiencia al acceso de información por el especialista
2.- Incorporar nuevos sectores de públicos, a quienes también deben interesar los resultados de la investigación.
Desde el punto de vista de la comunicación, el problema de dar alcances mayores a los resultados de la investigación científica sugiere los siguientes interrogantes: ¿Quién debe ser el emisor? ¿Qué características deben tener los mensajes? ¿Quién debe codificar la investigación científica, el investigador o el comunicador?
Generalmente, el investigador tiene la ventaja de conocer los contenidos, pero desconoce los lenguajes; el comunicador tiene la ventaja de conocer los lenguajes, pero desconoce los contenidos. Vemos entonces la necesidad de un trabajo conjunto de investigadores y comunicadores para una adecuada elaboración de mensajes con contenidos científicos, incorporando a su vez a los usuarios de los mensajes en el proceso de producción al emplear instrumentos metodológicos que den cuenta de sus intereses y necesidades.
Para llevar a cabo un programa típico y completo de comunicación científica es necesario determinar y delimitar públicos, para que sobre ellos se pueda definir objetivos específicos de comunicación. De una manera genérica, se consideran tres tipos de públicos:
1. Público general
2. Público de decidores
3. Público académico
Luego viene el problema de producir mensajes para dichos públicos, adecuando el lenguaje a sus niveles de información previa sobre el tema, así como a los objetivos específicos de comunicación.
De los alcances que se quiere dar al proyecto específico de comunicación de la ciencia, dependerá la delimitación y precisión de los públicos y de los objetivos de comunicación, así como la posibilidad de considerar nuevos sectores de públicos.
El conocimiento científico debe ser considerado como un servicio para quien lo necesite. Sería la mejor manera para que la ciencia deje de ser una construcción complicada para quien no dispone de especialización.
De esta forma se plantea la responsabilidad tanto del investigador como del comunicador hacia la sociedad, fin último de todas las acciones que emprenden los hombres.
Estos temas fueron tratados recientemente en el Simposio “ Periodismo de la Ciencia y la tecnología” que se llevó a cabo el 8 de septiembre de 2015 en CIESPAL, organizado por la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).