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Cuenca es cuna del poeta César Dávila Andrade

Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva

César Dávila Andrade es poeta y cuentista ecuatoriano nacido en Cuenca en 1919.

Debido a los modestos recursos de su familia, se vio obligado a abandonar los estudios primarios para intentar varias ocupaciones. Se radicó en Quito hasta el año de 1951 cuando conoció a Isabel Córdova, con quien se estableció como periodista en Venezuela, reafirmando así su carrera como escritor y poeta.

Su obra, de corte neo-romántico y surrealista, alcanza su plenitud al finalizar la década de los años cuarenta, cuando publica una gran cantidad de poemas, entre los que sobresalen: «Esquela al gorrión doméstico», «Canción a la bella distante», «Invitación a la vida triunfante» y «Espacio me has vencido». Posteriormente publica la inmortal «Carta a la ternura distante», «Canción a Teresita » y «Oda al Arquitecto», estas dos, de lo más destacado de su creación. El poeta acosado por su vida bohemia y sus angustias, se suicidó en Caracas en 1967.

Para César Eduardo Carrión, “Un poema no tiene por qué ser necesariamente diáfano y fácilmente inteligible (apolíneo). Pero siempre debe apelar a cierto sentido oculto para el sentido común: su significado último es siempre patético, emocional, afectivo. Aquellos lectores que reclaman claridad de los poemas últimos de César Dávila olvidan que durante las fiestas en honor a Hermes (que se celebraban en Argólide y Creta), los papeles entre amos y esclavos se intercambiaban. En aquellos rituales de carácter saturnal, seguramente era difícil reconocer quién estaba originalmente al mando (¿el poema o el lector?). No hay lecturas seguras ni definitivas para los textos herméticos (para casi ningún poema importante).

No existe criterio de autoridad al que se pueda acudir fácilmente, cuando se lee los desconcertantes versos de Dávila Andrade. La poesía daviliana es hermética por estas razones, no porque las escribiera un suicida desesperado (encima alcohólico), lleno de ideas religiosas orientales. Si algún rapto místico existe en los poemas de Dávila Andrade (emanado de sus intereses religiosos), es aquel que invita a la Consagración de los instantes, como sugiere uno de sus poemas”.

Cuenca es una ciudad de poetas. En su “Parque de los Poetas” tendrá emplazados los monumentos de: César Dávila Andrade, Rubén Astudillo Astudillo, Eugenio Moreno, Rigoberto Cordero León y Guillermo Hurtado.

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