Por: José M. Jalil Haas

En el Ecuador, desde hace muchos años, se instauró la práctica de rendir culto a los títulos o diplomas. En la actualidad persiste este trauma. Esta práctica degeneró en que cualquier pelafustán viniera con rimbombantes títulos que no significan nada en conocimientos, pero mucho en nombres impresionantes y engañosos.

Por ejemplo, proliferaron (y aún hay algunos presentes) títulos como Bachellor of Arts in… (Cualquier aplicación administrativa), equiparándolo a un título universitario.

Un Bachellor of Arts es el equivalente a una tecnología y no es un título de una carrera universitaria completa y formal. A los grados universitarios se los conoce como “graduate”. El título se lo puede obtener en institutos que se equiparan a los institutos tecnológicos, sin embargo, en Ecuador, por obra y gracia de un complejo educacional frente a nombres de carreras en inglés u otros idiomas, se los equipara como carreras universitarias completas y formales. Se les otorga un título de tercer nivel. No se pretende aquí de quitar méritos a nada ni a nadie, pero sí de puntualizar el valor real de la educación. Un graduado universitario del Ecuador tiene preparación más consistente que cualquier Bachellor of Arts de cualquier College americano.

Luego, un programa de masterado, tampoco es un certificado de una carrera universitaria de “cuarto nivel”. El Masterado en sí es un curso complementario enfocado hacia una determinada especialización que complementa. Los masterados pueden ser seguidos por un graduado de la universidad también, pero no son títulos de cuarto nivel para nadie.

Jueves 05 de marzo 2020