Por: Dr. Pedro Reino Garcés
Cronista Oficial y Vitalicio de Ambato
Qué alucinante que resulta sumergirnos en el lenguaje del poder. En esas semiósferas hay que sumergirse vacunados para no salir afectados ni contagiados. Oírlos, cuando uno ya está inmune, resulta una maravilla; y saber por dónde van los extravíos de sus falacias, es un buen ejercicio para la memoria y la inteligencia. El presente documento que comparto con mis lectores lo he ubicado en el Archivo Nacional, en Quito, en el fondo documental República, cuando nuestras patrias nacientes vivían la época de las traiciones que practicaban nuestros prohombres. El General Eusebio Borrero (Cali, 1790-1853) participó en las guerras de la Independencia desde 1810, y se sabe que estuvo en la Batalla de Pichincha. Después, si se mira su biografía política, nos daremos cuenta de dos cosas: una, que siempre quiso ser presidente de Colombia; y otra, que tuvo como rival a otro General, Tomás Cipriano de Mosquera, quien sí llegó a la presidencia colombiana. Según una publicación hecha por la Biblioteca Luis Ángel Arango, de Bogotá, Borrero rechaza un libelo satírico de 1836, en el cual “el señor José Rafael Mosquera en un artículo titulado Caso grave por el fusilamiento de tres personas ordenado por el comandante general del Cauca” lo desacredita. Más tarde, por 1845, Borrero termina de Ministro de Relaciones Exteriores de Cipriano Mosquera. Luego se sabe que “participó en las revueltas contra el gobierno en 1851, y tras ser derrotado se exilió en Jamaica, donde falleció soltero y sin descendencia”(Wikipedia)
Los dos documentos que vienen a continuación, manuscritos un una sola hoja ¿por qué estarán llenos de sarcasmo?
“República de Colombia, Ibarra a 14 de agosto de 1825.-15º. Al Señor Gobernador de la Capital. En vista de la nota de Vuestra Señoría, de ayer en la que me transcribe la superior orden del Señor Intendente del Ecuador y me ordena marche inmediatamente a la de Quito y antes de los 15 días designados; debo decirle a Vuestra Señoría que estoy incapaz de montar a caballo para cumplir con lo que se me previene, respecto a hallarme con una gonorrea ejecutiva. Por esta misma causa no puedo seguir a esa misma capital conduciendo a mi esposa, y la mando con mi hermano político: Por estas consideraciones dígnese eximirme Vuestra Señoría de un viaje, dando cuenta de mi justa excusa al Superior, a quien con esta fecha le hago presente lo propio, para que la Asamblea Extraordinaria se efectúe sin mi asistencia. Dios Guarde a Vuestra Señoría. F).- Bernardo Román”.
“República de Colombia, Ibarra a 15 de agosto de 1825.-15º. Al Señor Gobernador y Comandante General Eusebio Borrero. Enterado en la nota que Vuestra Señoría me instruye con fecha 13 del presente. Debo decirle que a consecuencia de otra que me comunica el señor Juez Político previniéndome que asista a la reunión del acto que se celebra el día de mañana, me he transportado a esta Capital, solo por obedecer, a pesar de hallarme con el mal de orina que padezco en peor estado, de tal suerte que con la corta distancia de haber montado a caballo se me ha agravado mayormente; cuyo justo impedimento exige el que fijando Vuestra Señoría la consideración a que me expongo, a perder mi vida, me exima de mandar a la Capital del Departamento como me previene, pues no teniendo yo este riesgo manifiesto, haría conocer a Vuestra Señoría mi ciega obediencia y la prontitud con que me presto a cualesquiera servicio.- Dios Guarde a Vuestra Señoría.- Fernando Grijalba.