Por: Dr. Pedro Reino Garcés
La sumilla hecha a mano por el gobernador de Tungurahua dice “Transcrito al Tesorero de Hacienda, Octubre 9 de 1911”.
Veamos el texto: “Quito a 6 de octubre de 1911.- Señor Gobernador de la Provincia de Tungurahua.- El señor Gobernador de la Provincia del Guayas en oficio # 1045, fechado el 29 de septiembre último me dice: ‘El señor Tesorero de Hacienda del Guayas, en oficio # 371, de ayer me dice: En esta fecha he dirigido al Sr. Ministro de Hacienda el telegrama siguiente que ratifico.- En vista de que los billetes del Banco Pichincha no circulan en esta ciudad y la negativa de los Bancos del Ecuador y Comercial y Agrícola para aceptarlos, he celebrado con los gerentes del Banco Comercial y Agrícola el siguiente convenio, respecto a las remesas por mensualidades del Ramo de Aguardientes, que hacen los Tesoreros de Hacienda del Interior: Los Tesoreros del Carchi, Imbabura y León (Cotopaxi) harán sus entregas en el Banco Pichincha, por cuenta del Tesorero del Guayas y a la orden del Banco Comercial y Agrícola; y el Tesorero del Tungurahua, hará las entregas, en la misma forma, al Sr. Carlos Aguirre Aparicio, residente en Ambato, y empleado del Banco Agrícola. Los tesoreros cuando hagan las entregas me lo comunicarán y el Banco Agrícola aviso de los depósitos, del Banco Pichincha y del Sr. Aguirre Aparicio, me entregará las sumas respectivas y entonces yo enviaré los Certificados debidos a los tesoreros que hayan hecho las remesas.-
Como este convenio no ocasiona ningún gasto al Fisco, sino que al contrario salva las dificultades ocasionadas en las remesas por el ramo de Aguardientes, por la no circulación en esta plaza de los billetes del Banco Pichincha, espero que merecerá la aprobación de Ud.-Ratifico.- El Tesorero del Guayas.- Juan de Dios Martínez Mera.- Lo transcribo a Ud. para su conocimiento y más fines.- Dios y Libertad.- R. de Icaza.’ Lo transcribo a Ud. para que el Tesorero de su dependencia tenga más facilidad en los envíos que debe hacerlos de esta manera: Los diez centavos para el ferrocarril al Curaray remitirá al Banco del Ecuador, los diez centavos por impuesto patriótico al Banco Comercial y Agrícola y el sobrante a la Tesorería del Guayas, advirtiéndose que esta orden será cumplida exactamente cada mes.- Dios y Libertad, firma Pla…(ilegible)”. (Archivo Nacional, Tungurahua, Fondo Gobernación).
Así como lo leen, así hemos contribuido sumisamente con las plutocracias estructuradas en nuestro puerto. Frente a esto ¿cómo han reaccionado «nuestros» gobernadores? Creo que conviene insistir en que no se trata de estar en contra de Guayaquil, sino de la prepotencia de “sus dueños”. Las provincias serranas y las amazónicas hemos contribuido históricamente a que Guayaquil, para orgullo ecuatoriano, sea una perla en el Pacífico, pero lo es con nuestra contribución humana y económica, con nuestros trabajadores y con nuestros aportes. Tenemos pleno derecho en este orgullo, porque nos ha costado plata y persona. El discurso regionalista es un mito generado también desde la plutocracia soberbia. Es una careta mal puesta en las caras de los costeños con ancestros serranos que se acomodaron al dinero, como el propio hijo de José María Urbina, el dueño del Banco Comercial y Agrícola, don Pancho Urbina Jado que no ha dejado ninguna noticia de querencia al Píllaro de sus ancestros.