Ministerio de Relaciones Exteriores
Al cumplirse 75 años de la firma de la Carta de las Naciones Unidas, el Ecuador reitera su compromiso con el multilateralismo y los propósitos y principios de las Naciones Unidas contenidos en su Carta: el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales, la abstención del uso de la fuerza y la solución pacífica de controversias; la amistad de todas las naciones sobre la base de la igualdad soberana de todos los Estados; la cooperación internacional para la solución de los problemas comunes de la humanidad y el respeto de los derechos sociales, civiles y políticos de todas las personas, sin discrimen de ningún tipo.
La actual emergencia por la que está pasando la humanidad por causa de la pandemia demuestra la urgencia de que todos los Estados incrementen sus esfuerzos para conseguir una Organización de las Naciones Unidas más eficiente, que pueda responder con eficacia a las múltiples dificultades y desafíos que la humanidad enfrenta en la actualidad y en el futuro, para que así la ONU se convierta en un símbolo de esperanza y de paz, de progreso y desarrollo, para todos los pueblos del planeta.
El 26 de junio de 1945, al término de la Conferencia de San Francisco por la que se creó la Organización de las Naciones Unidas, en el Veterans Memorial Hall de esa ciudad, el ministro de Relaciones Exteriores Camilo Ponce Enríquez, acompañado por el Secretario General de la delegación, Carlos Tobar Zaldumbide, y el embajador ante los Estados Unidos, Galo Plaza Lasso, suscribió en nombre del país la Carta de las Naciones Unidas, convirtiendo al Ecuador en miembro fundador de la ONU.
Surge así la Organización de las Naciones Unidas, en respuesta a los horrores de la II Guerra Mundial, con los propósitos de preservar a la humanidad contra este flagelo, de reafirmar y promover los derechos de todas las personas, incluyendo la igualdad del hombre y la mujer, de buscar justicia en las relaciones internacionales y la promoción del progreso social.
El Ecuador y su diplomacia han apoyado firmemente el trabajo de la ONU desde sus primeros momentos, incluyendo en la misma Conferencia de San Francisco, donde Camilo Ponce Enríquez fue designado como presidente de la III Comisión, que discutió las disposiciones que luego formaron el Capítulo VII de la Carta: “Acción en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o actos de agresión”.
Este compromiso del Ecuador con la paz, el desarme y la no proliferación ha continuado en estas décadas a través de su activa participación en la Conferencia de Desarme, en la negociación de los instrumentos que prohíben las armas de destrucción en masa y regulan las armas convencionales, habiendo sido diplomáticos ecuatorianos quienes presidieron los grupos de trabajo que lograron obtener consenso sobre las condiciones para la creación de las zonas libres de armas nucleares, en 1999.
La última ocasión en que Ecuador integró el Consejo de Seguridad de la ONU, entre 1990 y 1992, la misión ecuatoriana presidida por el embajador José Ayala Lasso –quien posteriormente sería designado como primer Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos- participó activamente en uno de los más complejos y fructíferos períodos del Consejo. Luego de la Guerra Fría se vivió un momento de grandes esperanzas en la construcción de un mundo libre de tensiones, donde el “dividendo de la paz”, el ahorro en gastos militares, podría servir para promover el desarrollo mundial dejando atrás la época de la confrontación entre las grandes potencias y sus aliados regionales. En esa ocasión, el Consejo de Seguridad celebró su primera reunión (enero de 1992) a nivel de jefes de Estado, para abordar el rol del Consejo en el mantenimiento de la paz y seguridad internacional.
Por dos ocasiones ciudadanos ecuatorianos han sido elegidos para presidir la Asamblea General, en el 28º y el 73º periodos de sesiones, además de que varios de sus diplomáticos han sido llamados para dirigir durante estos 75 años diversos órganos subsidiarios de la Asamblea General. Otros ecuatorianos han cumplido altas funciones en la Secretaría General, como el ex canciller Diego Cordovez, y han sido miembros de organismos de los derechos humanos, medio ambiente, derechos de la mujer y la niñez, asuntos de pueblos indígenas, desarme, desarrollo del derecho internacional y han integrado operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.
Fiel a su compromiso con los principios de la Carta de defensa y promoción de los de todas las personas, el Ecuador es parte de todos los tratados universales en esta materia; el primer Alto Comisionado para los Derechos Humanos y el primer Enviado Especial del Secretario General sobre Discapacidad y Accesibilidad han sido ecuatorianos; el país fue miembro fundador del Consejo de Derechos Humanos, en 2006, habiendo sido elegidos para este órgano por tres ocasiones. Además, la diplomacia ecuatoriana impulsó y facilitó la negociación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.