Por: Wilson Zapata Bustamante
Los países más avanzados son los que han desarrollado y mantenido permanentes procesos de investigación científica en todas las áreas del pensamiento. Las ciencias sociales, naturales y exactas, utilizando términos tradicionales, han sido privilegiadas con importantes centros de investigación que han entregado al mundo conocimientos traducidos en obras destinadas a mejorar la vida de los pueblos. El mundo progresó gracias al conocimiento surgido en lugares de estudio.
La universidad es una institución donde se produce el conocimiento, por eso su relación directa con la sociedad, porque capacita y forma personas. Y lo más importante es que una buena parte de la ciencia y del conocimiento nacidos en las universidades son aportes desinteresados para la sociedad.
El conocimiento y el desarrollo se suele potenciar por medio de la investigación y la transferencia responsable del conocimiento, pero para que esto suceda se hace necesario asegurar también que los programas de formación superior avanzada (posgrados) sean competitivos en el tiempo y en el contexto en el que están inmersos.
Uno de los mayores retos que tienen los programas de formación superior avanzada en las universidades ecuatorianas consiste en configurar un portafolio de productos y servicios de manera sistemática y efectiva, de acuerdo con las demandas del entorno, a corto, medio y largo plazos. La segmentación de esas demandas suele encontrarse en las expectativas del mercado laboral y del sistema productivo, en las necesidades de desarrollo científico y tecnológico y en los problemas del contexto político e institucional, derivados de los procesos de globalización e internacionalización de la economía.
Por lo tanto es importante analizar las prácticas que utilizan las universidades y los responsables de los programas para identificar sus líneas prioritarias de formación en el nivel superior avanzado (posgrado y doctorado), para establecer el ciclo de vida de la oferta académica y para hacer alianzas estratégicas que le permita vincularse, efectivamente, a redes de conocimiento.
Los esfuerzos por consolidar los estudios de posgrado en el país, tienen que pasar necesariamente por el fortalecimiento de los cuerpos académicos de las instituciones de educación superior, entendidos éstos como grupos disciplinarios e interdisciplinarios de profesores-investigadores que deberán caracterizarse por su alta habilitación académica, su actualización constante, su compromiso con el desarrollo institucional y su participación en redes nacionales e internacionales de intercambio académico.
Para lograr el mejoramiento del posgrado en el Ecuador es necesario establecer una mayor coordinación entre las instituciones y promover mecanismos de intercambio y de apoyo que permitan potenciar las diversas capacidades para establecer nuevas perspectivas de desarrollo.
Resulta fundamental que la impartición de los programas de posgrado descancen en el personal con el más alto grado de habilitación académica posible, lo que en la mayoría de las disciplinas corresponde a quienes han obtenido el grado de doctor.
Creemos que es fundamental incrementar en forma significativa el número de profesores con posgrado de cuarto nivel (maestrías y PhD) en las instituciones de educación superior.
Es necesario impulsar y fortalecer los programas de maestría y doctorado que se ofrecen en el país, así como fomentar la creación de nuevos programas en los sectores definidos como estratégicos, apoyando prioritariamente la formación docente e incentivando el desarrollo investigativo en las Instituciones de Educación Superior.
Fomentar la ejecución de programas de semilleros de investigadores para la formación de jóvenes estudiantes como investigadores.
Impulsar la creación de laboratorios, talleres y/o centros de investigación altamente especializados, compartidos entre varios grupos e instituciones para maximizar su utilización.
Es fundamental la constitución de un genuino sistema nacional de posgrado, con vías y mecanismos de apoyo que permitan la creación de redes interinstitucionales de colaboración académica o potenciar a la REDU, que está conformada por universidades y escuelas politécnicas de categoría “A”, y la flexibilización de las estructuras curriculares, donde sea posible, por ejemplo, que los candidatos desarrollen parte de su formación en una institución distinta de la de su origen, o bien que distintas fases de la formación se desarrollen en lugares diversos.
El objetivo de esta propuesta, es potenciar las capacidades dispersas y aprovechar en mayor medida las especializaciones que diversas instituciones han desarrollado, así como promover el desarrollo cualitativo del conjunto del sistema, pues éste estimulará la constitución de cuerpos académicos y su cooperación en labores de formación de investigadores.
También se debe fomentar, por parte de las universidades, los procesos de interlocución con el sector privado para logar su participación en el financiamiento de programas de formación en maestrías y doctorados.
Fortalecer, a través de la ejecución de un programa Universidad-Empresa, la interfaz entre el sector productivo y los centros universitarios e institutos de investigación como: incubadoras de empresas, oficinas de transferencia de tecnología, consultorios empresariales, centros de desarrollo tecnológico, etc., asegurando así que la educación superior pueda tener un papel determinante en la generación de capacidad competitiva en su entorno local, regional y nacional, facilitando la inserción del Ecuador en el contexto global.
Es necesario que se establezcan becas a tiempo completo para estudiantes de posgrado en el Ecuador, a fin de que los de mayor capacidad y competencia puedan dedicar todos sus esfuerzos a su preparación académica y científica, sin salir del país, y sin desintegrar sus familias.
Al lado de los recursos naturales y de capital, nuestra reserva de conocimiento será determinante en el lugar que ocupe el Ecuador en el panorama internacional del siglo XXI. Por eso es necesario ampliar los esfuerzos para ofrecer estudios de posgrado de mayor calidad y con mejor capacidad de respuesta a las necesidades nacionales.
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