Convencidos de que la educación es uno de los pilares fundamentales de los derechos humanos, la democracia, el desarrollo sostenible y la paz, consideramos que deberá ser accesible para todos a lo largo de toda la vida, y que se necesitan medidas para asegurar la coordinación y cooperación entre los diversos sectores y dentro de cada uno de ellos y, en particular, entre la educación general, técnica y profesional secundaria y postsecundaria, así como entre universidades, escuelas politécnicas e instituciones técnicas.
La equidad en el acceso a la Educación Superior debería empezar por el fortalecimiento y, de ser necesario, una nueva orientación de su vinculación con los demás niveles de enseñanza, y más concretamente con la enseñanza secundaria.
Las instituciones de educación superior deben ser consideradas componentes de un sistema continuo al que deben también contribuir y que deben fomentar, que empieza con la educación para la primera infancia y la enseñanza primaria y prosigue a lo largo de toda la vida. Los establecimientos de educación superior deben actuar en estrecha colaboración con los padres, las escuelas, los estudiantes y los grupos socioeconómicos y las entidades elegidas.
Las instituciones de educación superior deben ser entidades para todos y todas, dando facilidades para que el estudiante tenga la oportunidad de probar su aptitud para seguir una carrera profesional y no se quede frustrado al no permitirle hacer el intento, para lo cual se deberán organizar cursos de nivelación de conocimientos, propedéuticos y eventos académicos afines.
La equidad en el acceso y el desempeño estudiantil pasa por reformular el proceso de admisión nacional incorporando criterios de equidad y compensación social. Criterios que permitan tomar en consideración las desigualdades regionales, institucionales y socio-económicas de los estudiantes que aspiran a ingresar a la educación superior. Estamos conscientes de que el problema de la inequidad en el acceso a la educación superior es complejo, por cuanto en su base se encuentran procesos cuyas raíces se vinculan con otros mucho más inclusivos.
Además, la enseñanza secundaria no debería limitarse a formar candidatos cualificados para acceder a la enseñanza superior fomentando la capacidad de aprender en general, sino también prepararlos para la vida activa brindando formación para una amplia gama de profesiones.
El Secretario Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt), Augusto Barrera, se ha reunido con autoridades de universidades públicas y privadas para analizar temas relacionados con el incremento de cupos para estudiantes y mejoras en la calidad del sistema educativo.
Quiere consolidar mecanismos de post bachillerato para nivelar conocimientos de estudiantes. También anuncia que se trabaja para definir cómo avanzar en la ampliación de oferta de cupos, que es una oferta de campaña del presidente Lenín Moreno.
Barrera reconoce que la oferta de cupos depende de las capacidades académicas y de infraestructura de las universidades.
“Es indudable que lo que se ha hecho en estos 10 años es extraordinario. Lo que se ha hecho en regulación ha permitido construir excelencia universitaria”, destaca.
Estamos convencidos,expresa, de que debemos funcionar como sistema, no por separado. Apuntamos a que la sociedad considere a la educación como su proyecto de vida.
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