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El burro llama orejudo a… (II)

Por: Rodolfo Bueno

Según el semanario inglés The Observer, una “nueva investigación ha revelado que los vastos beneficios obtenidos de la producción y tráfico de drogas se recogen en ricos países ‘consumidores’… en lugar de países ‘productores’ desgarrados por la guerra como Colombia y México”. En este mismo órgano, Antonio Costa, que fuera jefe de la Oficina de la ONU sobre Drogas y Crimen, denunció: “la mayor parte de los 352.000 millones de dólares de beneficios del dinero de la droga mantuvieron a flote el sistema financiero cuando la crisis global llegó a la cima”.

Se calcula que en la banca de los países del primer mundo, donde labora la verdadera mafia, nunca buscada por el FBI, se lava el 90% del dinero sucio. Solo la financiera Wachovia lavó 378.400 millones y después pagó 160 millones de dólares de multa, sin que ninguno de sus funcionarios fuera enjuiciado. Carl Levin, senador demócrata de EE.UU., cuando en 1999 presidía la comisión para investigar el lavado de dinero del Citibank, afirmó que hay 500.000 millones de dólares fuera del circuito oficial; aseguró además que buena parte de ellos son lavados por la gran banca norteamericana; la misma cantidad la da el FMI. Ese dinero proviene del narcotráfico, del mercado negro de armas y del desvío de fondos por la corrupción entre los empresarios y los funcionarios políticos. Se podría afirmar que no penalizar a los grandes bancos es la política oficial de la Casa Blanca y que el presidente Obama, más bien, los premia.

Lo que pasa es que nunca se persigue al pez gordo sino al pequeño, en este caso, a la FIFA. Lo curioso es que la gran prensa, por algo llamada amarilla, aparenta no enterarse de nada y denuncia en primera plana la corrupción de la FIFA, mientras calla sobre delitos muchos peores que las comisiones ilegales que los directivos de la FIFA pudieron obtener por conceder contratos a dedo. ¿Qué hay detrás de la tan cacareada persecución y apresamiento de miembros de esta directiva? La malévola intención de eliminar la sede del próximo mundial en Rusia. Por algo, antes de que Blatter dimitiera, el Presidente Putin acusó a los Estados Unidos de entrometerse y envió un saludo de felicitación a Blatter por su nuevo período al mando de la FIFA. Lo evidente es que esta renuncia fue provocada por un fuerte chantaje por parte de los EE.UU. a Blatter; no en vano este sostuvo que “algo huele mal” en la investigación que lleva a cabo la Secretaria de Justicia, Loretta Lynch, porque “si los estadounidenses quieren indagar delitos financieros o violaciones a la ley que conciernen a ciudadanos de Norteamérica o de Sudamérica, que los detengan ahí y no en Zurich, mientras hay un congreso”. Yo añadiría: Si los EE.UU. quisieran imponer justicia, deberían encarcelar a quienes destruyeron Irak con falsos pretextos, lo que generó negocios por 3 billones de dólares, que fueron a parar al bolsillo de los fabricantes de guerras.

Por algo Jesús dijo: ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano

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