Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
Su afán de contribuir al desarrollo de carreras tecnológicas en nuestro país, permitió la fundación del Instituto Tecnológico Equinoccial, -ITE- en la Ciudad de Quito, en 1971, con la ayuda de los antiguos estudiantes del Colegio San Gabriel, la extensión del Instituto Tecnológico Equinoccial en Santo Domingo, en 1980, base para la creación de la Universidad Tecnológica Equinoccial –UTE-, en 1986, y en 1999, la extensión en la Península de Santa Elena.
Esta institución educativa, sin fines de lucro y de costos accesibles, tiene una acción positiva para quienes ven en la educación el futuro del país. Las carreras tecnológicas son importantes en la Universidad y sus graduados actualmente ocupan importantes funciones en las empresas públicas y privadas.
La UTE recibió la tradición educativa del Instituto Tecnológico Equinoccial. El Instituto cumplió su misión y con bases firmes y experiencia se creó la nueva universidad en 1986, de carreras no tradicionales y de carácter innovador. Nuestra Universidad tiene perspectivas para el futuro. El Dr. Álvaro Trueba Barahona, su fundador, debería ser condecorado por el Estado, al igual que Estados Unidos hizo con John Harvard, quien tiene un monumento a la entrada de la Universidad que lleva su buen nombre, fundada mediante la donación de sus bienes. Debería tomarse en cuenta todo el trabajo realizado por un ciudadano de bien con grandes deseos de aportar al desarrollo de nuestro país, con la construcción del Campus Occidental.
El trabajo, sin descanso, del doctor Trueba, permitió que la UTE tenga la categoría B. Desarrolló un programa de publicaciones de revistas en sus Facultades, como es el caso de la Revista Economía y Negocios; en el Instituto de Investigaciones, la Revista Tsafiqui; en la Dirección de Postgrados, la Revista Eidos, entre otras, que han dado prestigio a la Universidad. Se comenzó, también, a editar libros académicos. Se preocupó de la biblioteca para su implementación con obras de actualidad para los estudiantes. Una de las adquisiciones más importantes en el campus antiguo fue la Capilla, Patrimonio Artístico de Quito. Podríamos decir, con acierto, que el doctor Trueba entregó su vida a la Universidad.
Ha publicado: “Pensamiento Universitario” (2008); “Pasado y Presente 1971-2011” (2011); artículos de prensa y publicaciones sobre educación. Ha proyectado nacional e internacionalmente a la UTE, su excelencia académica, el desarrollo cultural y deportivo, el fortalecimiento de las modalidades de estudios, la edición de obras impresas de la docencia universitaria, la vinculación con la colectividad y la nueva Universidad para la investigación.
El 8 de Mayo de 2012, por su obra, se develó su busto en el nuevo campus de la UTE, con la presencia de su esposa e hijos.