Estamos en un año bisiesto

Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva

Este día se añade para corregir el desfase que existe entre la duración del año trópico: 365 días 5 h 48 min 45,25 s (365,242190402 días) y el año calendario de 365 días. Esto requiere que cada cuatro años se corrija el año calendario por una acumulación no contabilizada de aproximadamente 1/4 de día por año que equivale a un día extra.

Será este día algo novedoso de un año bisiesto, que nos trae suerte. Veamos lo que nos dice National Geographic.

“Cada cuatro años se añade un día más al mes de febrero para ajustar y equilibrar el año cronológico con el año trópico.
Los años bisiestos ayudan a que el calendario anual se mantenga según sus estaciones.

La Tierra tarda 365.256 días en completar una vuelta alrededor del Sol. Para lograr sincronizar año solar con año cronológico, cada 4 años el año pasa a tener 366 días en vez de 365, de este modo las estaciones no se confunden, y por ejemplo, el inicio de la primavera, puede seguir siendo el 21 de marzo. Sin años bisiestos cada 12 años los calendarios se desfasarían 3 días.

En el calendario juliano, los años bisiestos son aquellos cuyas dos últimas cifras son divisibles por 4 (2012/ 4= 503), exceptuando los múltiplos de 100 (1700, 1800, 1900…) donde a su vez también se exceptúan aquellos divisibles por 400 (1600, 2000, 2400…) que sí serán bisiestos. El problema con este sistema es que deja 0,000300926 días o 26 segundos al año de error.

El calendario juliano empezó a aplicarse por Julio César en el año 46 a. C. El sucesor del calendario juliano, el gregoriano, también incluyó los años bisiestos, uno cada cuatro años.

En el mundo anglosajón, a los que nacen un 29 de febrero se les llama “leapers”, palabra que proviene del término Leap Year, año bisiesto en inglés. En Irlanda se premia con 70 libras a los bebes que nacen en Leap Year”.

Es necesario entonces aprovechar un día más en el año. Desde luego, un día más es mayor producción para nuestro país y mayor tiempo para dedicarnos al bienestar de nuestros hogares.

La pregunta es: ¿Cuántos “leapers” nacerán en el Ecuador?. Hay que establecer, desde luego, un premio para ellos, aunque, en ésta época de crisis económica, solo quedaría un premio consuelo.

EcuadorUniversitario.Com

Deja una respuesta