Por: Rodolfo Bueno
rsbueno@netlife.ec
Son fascistas light los gobernantes que apoyan a la junta criminal de Kiev, en guerra de exterminio contra su propio pueblo, y defienden sus aberrantes delitos en la ONU, donde ya no se protege más la paz sino a la ultraderecha mundial con la ayuda de la prensa amarilla, hoy prostituida; también lo son quienes se reúnen en los grupos de los no sé cuántos alcahuetes, la OTAN y el FMI, organismos del imperialismo anglosajón.
¡Qué vergüenza, un mundo gobernado por fascistas light! Los llamo así porque no se atreven a saludar con el característico gesto nazi sino que, como Hollande, se disfrazan con el sobrenombre de socialistas o, como Merkel, con el de demócratas cristianos o, como Obama, con el de demócratas, cuando realmente son fascistas porque aúpan al régimen nazi de Kiev, que con sus tanques aplasta a veteranos que se ponen enfrente tratando de evitar el exterminio de sus compatriotas; son fascistas porque financian a las hordas del Sector de Derecha, que agreden a un pueblo desarmado al que queman vivo en la Casa de los Sindicatos de Odesa. Estos facinerosos disparaban a los que huían del incendio, se tomaban fotos con los cadáveres carbonizados y los llamaban burlonamente negros. Luego aparecen Merkel y Obama sonrientes porque sus pupilos resolvieron el problema con un pequeño número de bajas. ¿Calificarían como cosa pequeña si por desgracia uno de sus hijos se calcinara en un accidente?
Todo esto puede ser visto en Google ingresando en “TR en español”, pero es más que conocido por los que ordenan cometer estos genocidios de lesa humanidad. No es coincidencia que tanta mortandad se produzca luego de que el jefe de la CIA, Brennan, visitara Kiev. Como las cosas fallan, envían al Vicepresidente Biden para que les estimule. Y como de todas maneras les vuelve a fallar, mandan a la directora del FMI, Lagarde, a decirles: Controlen el sureste si quieren que les demos estos 17 mil millones de dólares. Ahí sí obedecieron. Como dijo Quevedo: ¡Poderoso caballero es don dinero!
Pero como aún así los títeres de Kiev no pueden contra la revuelta de un pueblo sin armas, contratan a mercenarios polacos, croatas, de países bálticos y norteamericanos de Greystone. ¿Cómo es posible que EE.UU., que se autodenomina sociedad democrática, permita que en su territorio exista una organización criminal que puede ser alquilada por cualquier gobierno pelele? ¡Qué contrasentido!
Todo este escrito se puede resumir en la pregunta que hizo el periodista ruso Mámontov: Presidente Hollande, canciller Merkel y presidente Obama, ¿no les da vergüenza?
Quito, 12 de mayo del 2014