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Fatídico aniversario II

Por: Rodolfo Bueno
rsbueno@netlife.ec

El conflicto terminó el 12 de junio cuando las fuerzas de la OTAN entraron a Kosovo luego de que Milošević aceptara el acuerdo de rendición; posteriormente fue trasladado a La Haya, donde falleció. Su abogado, Tomanović, declaró que Milošević sospechaba que lo estaban envenenando. Bill Clinton era la cabeza visible del imperio.

La finalidad de bombardear Serbia fue arrebatarle Kosovo e instaurar un gobierno que, según el Consejo de Europa, es culpable del “Tratamiento inhumano de la gente y el tráfico ilegal de órganos humanos”. Según The Guardian, en ese informe se acusa al actual Primer Ministro, Hashim Thaçi, de ser el “jefe de un grupo albano, similar a la mafia, responsable del contrabando de armas, drogas y órganos humanos en Europa oriental”. Se sabe que los gobiernos de Occidente conocían que Thaçi era “un actor clave de la mafia y el crimen organizado en la región balcánica”, lo describen como “el más peligroso de los padrinos del hampa”.

En un informe del servicio de inteligencia alemán se dice que “Los actores claves, incluido Thaçi, están íntimamente vinculados a las interrelaciones entre la política, los negocios y las estructuras de la delincuencia organizada en Kosovo” y se señala a Thaçi como la cabeza principal de la “operación de la red criminal en todo Kosovo”.

Dick Marty, miembro de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, encontró evidencias de que las desapariciones y el tráfico de heroína, armas y órganos estaban organizados por políticos de Kosovo, los mismos que permitieron la instalación de la mayor base militar de EE.UU. en Europa. ¡Qué casualidad!

Según Marty, los testigos de estos hechos fueron asesinados para que no pudieran testificar. Dijo que los oponentes políticos, los prisioneros de guerra serbios y los gitanos “simplemente desaparecían, sin dejar trazas, en la localidad fronteriza de Kukes”, desde donde “eran enviados hacia Albania para ser asesinados”. El New York Times informó que se los “seleccionaba” para ser “donantes”; los cautivos se compraban y se vendían. “Ellos imploraban a sus aprehensores que tuvieran piedad y no los despedazaran”, lo que era ‘pedir peras al olmo’. “Sacaban a los cautivos uno a uno de la “casa segura”, para ser ejecutados por pistoleros de Kosovo y sus cadáveres se transportaban rápidamente a la clínica de operaciones”, donde les extraían los órganos para ser comercializados a escala mundial.

Según The Guardian, los clientes “pagaban hasta 90 mil euros por los riñones en el mercado negro”.
El Vicepresidente Biden reiteró el pleno apoyo de EE.UU. a un Kosovo independiente y saludó el progreso del gobierno de ese país en la realización de reformas esenciales que fortalecen el vigor de la ley. Sin comentarios.
Vale la pena recordar estos hechos ahora que la OTAN pretende intervenir con el mismo libreto en el conflicto que en el sureste de Ucrania se da entre los gobernantes nazis de Kiev y las milicias rebeldes del Donbass, claro está, en favor de los nazis, y por las amenazas que contra Venezuela ha emitido el gobierno de Washington.

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