“Grey católica conmovida con renuncia del Papa Benedicto”

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Por: Fernando Naranjo Villacis | fnaranjo@gye.satnet.net 

El amanecer del lunes 13 de febrero, nos trajo una noticia que conmovió a todo el planeta, de manera particular a la grey católica. Por primera vez en 600 años se produce la renuncia del Vicario de Cristo. La decisión del Papa Benedicto fue recibida con asombro.

Benedicto XVI luego de profunda reflexión ante lo avanzado de su edad, decidió renunciar. A los 85 años, la salud sufre quebrantos que impiden cumplir el adecuado ejercicio de la santa misión confiada. Especialmente, su fortaleza corporal, en los últimos meses se ha deteriorado hasta el punto de reconocer su inhabilidad para ejercer el ministerio de Obispo de Roma.

RECONOCIDO POR SU CAPACIDAD INTELECTUAL Y ESPIRITUAL

La comunidad cristiana ha recibido con respeto la decisión personal del Sumo Pontífice quien dijo: “Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos”.

El primer Papa alemán, reconoció la merma de su capacidad física, pero es digno de destacar su total lucidez mental. Su pensamiento superior ha servido y sirve de guía en la trascendente misión como Pastor Universal.

En fecha reciente, con su reconocida excelencia intelectual y don espiritual, respondió a los temas planteados en una reunión con periodistas: “El asunto fundamental es que debemos redescubrir a Dios, no a un Dios cualquiera, sino al Dios con rostro humano, porque cuando vemos a Jesucristo vemos a Dios. Y partiendo de esto debemos hallar los caminos para encontrarnos en la familia, entre las generaciones y también entre las culturas y los pueblos. Son los caminos de la reconciliación y la convivencia pacífica en este mundo, los que conducen hacia el futuro. Y estos caminos hacia el futuro no los encontraremos si no recibimos la luz desde lo alto.”

EN LA JUVENTUD HAY MUCHA GENEROSIDAD

“Creer es algo bello, positivo para la sociedad en su conjunto. Estoy muy contento de que haya jóvenes que quieran estar juntos en la fe, y que quieran hacer el bien. La disponibilidad para hacer el bien es muy fuerte en la juventud, basta pensar en las diversas formas de voluntariado. ¡Busquen las ocasiones para hacer el bien! ¡El mundo necesita de esta voluntad, necesita de este compromiso!.. En la juventud hay mucha generosidad.”

“La guerra es la peor solución para todos. No aporta nada bueno para nadie, ni siquiera para los supuestos vencedores. La paz es lo que todos necesitamos. Existen fuerzas morales dispuestas a mostrar que la única solución es que debemos vivir juntos. Estas son las fuerzas que nosotros queremos movilizar: los políticos deben encontrar los caminos para que esto pueda acontecer lo más pronto posible y sobre todo de forma duradera.”

“Es menester garantizar la consistencia ética de la sociedad, sin la cual no puede llevar a cabo los fines de la política, que son la justicia para todos, una buena convivencia y la paz. Estoy cada vez más convencido que la cuestión fundamental, si queremos dar pasos adelante en este sentido, se llama educación, formación. Y creo que el verdadero problema de nuestra situación histórica sea el desequilibrio entre el crecimiento increíblemente rápido de nuestro poder técnico y el de nuestra capacidad moral, que no crece de forma proporcional.”

TENEMOS QUE CONSTRUIR Y NO DESTRUIR

“Nosotros intentamos precisamente comunicar y formar a personas humanas que quieran reconciliarse, que sepan que tenemos que construir y no destruir, y que tenemos las referencias necesarias para saber convivir.”

En alguna oportunidad, le hicieron esta pregunta: ¿Qué papel juega en la vida de un Papa el humor? Benedicto XVI ríe de buena gana y dice: Yo no soy un hombre al que le ocurran continuamente chistes. Pero saber ver también el aspecto divertido de la vida y la dimensión feliz y no tomarse todo de forma trágica, esto lo considero muy importante, y diría que es también necesario para mi ministerio. Un escritor dijo que los ángeles pueden volar porque no se toman a sí mismo demasiado en serio. Y nosotros quizá podríamos volar un poco más, si no nos diéramos tanta importancia.

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