Por: Fernando Naranjo-Villacis
Past Presidente de la Federacion Nacional de Periodistas del Ecuador -FENAPE | fnaranjo@gye.satnet.net
Notable es el compromiso que tienen los medios de comunicación , para ilustrar la naturaleza y extensiòn de los derechos sagrados e inviolables de la persona humana y la familia, considerados como base esencial de la sociedad. Con su indiscutible influencia como instrumento integrador, resulta urgente fomentar en nuestras comunidades los dones del orden y bienestar para lograr la anhelada paz social.
PRENSA LIBRE Y RESPONSABLE
Por encima de todas las divergencias de opiniones, partidos polìticos e intereses econòmicos, es preciso poner de relieve la benèfica misiòn de la prensa libre y responsable para llegar con toda la claridad y fuerza moral posible a un pùblico vehemente e impaciente por conocer la realidad nacional y su proyecciòn en aras del imperioso desarrollo humano y genuino bienestar social.
En una sociedad democràtica, es un hecho inherente a la naturaleza social del hombre, vivir en un clima de libertad y, el periodista, requiere fundamentalmente, pensar y expresarse libremente.
EL PRIMER DEBER
La materia prima de la prensa, es la informaciòn, que a su vez se nutre de la verdad para llegar a su objetivo sustancial, el bien comùn. Al periodismo se lo denomina “el cuarto poder”, porque tiene la fuerza de la opiniòn pùblica. Personalmente, creo en “el primer deber”, por la privilegiada tarea de ser expresiòn justa y verdadera de los modestos, sencillos e indefensos.
Siendo ademàs, la educaciòn, las artes, la literatura, la cultura integral, tan necesarios para el sano fomento del progreso humano; los medios de comunicación, se constituyen en el alma mater del hombre comùn. Esta invaluable contribruciòn al enriquecimiento de la inteligencia popular, es tarea moral de la prensa sensata.
NUESTRO DESTINO HISTÒRICO
Iniciamos un nuevo año, con la firme convicciòn que sea venturoso y ahora con la renovada esperanza que al elegir al Presidente Constitucional de los ecuatorianos, logremos el anhelado ambiente patriòtico de comprensiòn para avanzar con pundonor al trascendente encuentro con nuestro destino històrico.
La vocaciòn sublime, inspirada por la verdad, la objetividad y la imparcialidad hace de cada periodista, valiente guerrero de la justicia, el orden y la paz..
El periodista se nutre de la verdad
para llegar a su objetivo sustancial,
el bien comùn.