Interpretaciones antojadizas

Por: Rodolfo Bueno
rsbueno@netlife.ec

En esto de entender las cosas al revés, no hay quien gane a los EE.UU. y la UE. La ONU autoriza controlar los vuelos de la aviación Libia, pero ellos organizan el caos y la destrucción de ese país, linchan a Gadafi y se jactan del crimen parafraseando mal una célebre frase de Julio César.

Según Kerry, se logra en Ginebra un acuerdo para frenar la violencia en Ucrania y desarmar a “todos los grupos ilegales armados”, se sobreentiende que todos significa todos y no solo una de las partes; sin embargo, felicitan a sus cipayos de Kiev por mal interpretar este acuerdo y exigir que se desarme solo a los militantes del sureste de Ucrania y, de yapa, introducen soldados en Polonia para compensar las tropas que en la frontera con Ucrania tiene Rusia, país soberano que las puede desplegar dentro de su propio territorio donde y cuando le convenga.

Como rechazaron la asistencia a Ginebra de la oposición ucraniana, la misma se niega a deponer las pocas armas que posee. Rudenko, portavoz de la República Popular de Donetsk, sostiene que el acuerdo fue firmado por Rusia y no por ellos y exige “al Gobierno ucraniano que desarme primero a los grupos ilegales que actuaron en Maidán, como el Sector de Derecha y la Guardia Nacional que han creado, luego depondremos las armas y desalojaremos los edificios”. Se refiere a las milicias nazis entrenadas en Polonia y Lituania con el dinero que, según Victoria Nuland, EE.UU. entregó para dizque propagar valores democráticos.

Timoshenko, la candidata que estuvo presa por robar gas, exige que inexistentes tropas rusas abandonen Ucrania sino iniciarán una ofensiva con el apoyo imperial y, luego de reunirse con miembros de la oposición de Donetsk, expresa: “el diálogo ha comenzado y eso es muy importante.” Lastimosamente, sus amos del imperio buscan otra cosa y por ello el sector de derecha rompe la tregua de Pascua de Resurrección asesinando a civiles inocentes en Slaviansk, baluarte rebelde; por su parte, el gobierno de mojiganga de Kiev, mientras era visitado por Biden, ordena al ejército ucraniano lanzar una ofensiva para liquidar a la oposición de la región sureste de Ucrania, lo que abre las puertas a una guerra civil de impredecible final.

Rusia advierte a la ilegal junta que desgobierna desde Kiev, que no va a permitir el impune asesinato de rusos y que se atenga a las consecuencias por el grave crimen cometido, mientras que Obama amenaza a Moscú con las más feroces sanciones.

Por lo visto, alguien se equivoca de libreto, y ese no es ni Putin ni el pueblo de Ucrania sino la belicosa OTAN.

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