Justicia para Nela Martínez, la ecuatoriana del siglo XX

Por: Vinicio Vásquez Bernal

Todas las enciclopedias señalan que Nela Martínez Espinosa fue una política y escritora ecuatoriana. Nació el 24 de noviembre de 1912 en Cañar, Ecuador. Falleció el 30 de julio de 2004 en La Habana,

Sus biógrafos señalan que fue aficionada a la escritura desde su niñez. Estudió la primaria en la escuela de las monjas Catalinas de Cañar y en 1924 fue enviada interna al colegio de Los Sagrados Corazones de Cuenca, donde solo le permitían salir una vez al mes a casa de sus abuelos maternos Darío y Sofía Espinosa. Ingresó en el Partido Comunista del Ecuador en el transcurso de su adolescencia, llegando a ser dirigente de dicha agrupación política y a formar parte de sus principales cuadros.

También destacan que Nela Martínez Espinosa participó activamente en la revolución La Gloriosa del 28 de mayo de 1944, en la que se derrocó al régimen de Carlos Alberto Arroyo del Río y fue artífice de la dirección de la toma del Palacio de Gobierno. Durante dos días estuvo a cargo del gobierno ecuatoriano, siendo la primera mujer en dirigir el Ecuador, aunque informalmente y sin contar con un nombramiento oficial.

Posteriormente sería nombrada como la primera diputada en la historia de la Asamblea Nacional del Ecuador, hasta ese momento solamente formada por varones.

Participó y lideró la creación de sindicatos, federaciones, etcétera, de la más diversa índole como la Unión Revolucionaria de Mujeres Ecuatorianas, la Alianza Femenina Ecuatoriana, la Federación Ecuatoriana de Indios (primera organización indígena del Ecuador), el sindicato Confederación de Trabajadores del Ecuador, el Frente Continental de Mujeres contra la Intervención de Estados Unidos, siendo pionera en acusar a dicho país de su fijación en intervenir militarmente en Sudamérica para controlar sus recursos naturales.

En reconocimiento a sus méritos fue designada la ecuatoriana del siglo XX.

Hoy, el pueblo de Cañar, fiel a su compromiso con la cultura e identidad, siempre responde con absoluta decisión a propuestas que valoran su esencia, en tal virtud y con mucha complacencia hemos podido observar cómo desde diversos estamentos, la ciudadanía se ha pronunciado apoyando la iniciativa que tiene como objetivo valorar en magnitud plena el personaje de Nela Martinez Espinosa, convirtiendo la misma en una causa de la provincia del Cañar.

Ha sido de extrema satisfacción el ver cómo el Prefecto Provincial, doctor Santiago Correa Padrón, ha asignado los recursos y contratado los trabajos para la erección de los monumentos en homenaje a Nela Martínez Espinosa. La asambleísta Ingeniera Paulina Padrón ha interpuesto sus valiosas gestiones para que la Asamblea Nacional otorgue el justo reconocimiento a nuestra distinguida conciudadana. Muchos ciudadanos han mostrado de forma frontal su apoyo al proyecto, lo que garantiza un cabal cumplimiento.

“Por fin se hará justicia a Nela”, ha manifestado una persona muy cercana a la insigne mujer, que es testigo fiel de las gestiones que se hacen para lograr que esta iniciativa se desarrolle con sobriedad, con respeto y sobre todo enrumbando el mensaje que a su tiempo esta dama de las letras y de la palabra locuaz, manifestara a la vida. Seguros estamos que todo ciudadano amante de la libertad compartirá los anhelos de lograr que Nela Martínez Espinosa sea homenajeada con la significancia que esos hacedores de senderos para la humanidad se merecen.

“Las revoluciones no se hacen con actas”, afirmó su hijo, en alguna ocasión cuando le averiguaba si la familia posee “testimonios documentales” sobre la Gloriosa. “Mi madre tuvo que liderar el movimiento, algunos dirigentes convocados se acobardaron; los estudiantes, las mujeres y los trabajadores que puntualmente asistieron a la cita, exigieron que Nela se ponga al frente, ella así lo hizo y se tomaron el Palacio de Carandolet”, concluyó.

La historia, en sus silogismos de fundamentación, a veces exagera y hace que la realidad de los acontecimientos se desvanezcan; por ello, vale la pena recurrir a la circunstancionalidad de los hechos para entender a cabalidad nuestro ayer. Quizá valdría la pena preguntarnos: ¿qué hubiese sido de la revolución de Mayo si ese grupo presidido por la Cañareja no se hubiese tomado el palacio de gobierno? Todos los relatos de periodistas, testigos e historiadores coinciden en que fue Nela la que estuvo al frente del Palacio durante los días que transcurrieron entre la toma y la posesión del nuevo presidente de la República.

Es posible que no existan documentos que lo fundamenten a cabalidad. Esto sucede por dos razones: la historia también suele alinearse a los designios de esos grupos de oportunistas que en esta ocasión, también se hicieron presentes y distorsionaron el sentido real de este movimiento. La otra razón es que en los hechos de facto, no se suscriben ni encargos ni se asientan resoluciones, estos surgen a instancia de la presión de los pueblos que exigen sus reivindicaciones, donde prima la legitimidad sobre la legalidad.

En tal sentido es menester una cabal comprensión de los hechos a los que la vocación libertaria de Nela Martínez le condujeron con su valentía férrea. Es de entender que esta mujer, ajena al interés de lo mundano, actuó en estricto cumplimiento de lo que sus ideales y su convicción exigían.

Valdría la pena también recordar que cuando el nuevo presidente, ya posesionado, le preguntó: ¿Y usted señora, que desea? Ella le contestó: “Nada, nada para mi” y se retiró de Carandolet a descansar en su domicilio, consciente ya de que su lucha no lograría los cambios por las que ella había puesto en riesgo su vida.

Es necesario que se entienda la verdad de las circunstancias de estos hechos. Nela Martínez estuvo al frente de los designios del Ecuador por unos días. Su talento, su amor por la Patria y su accionar leal a la gestación de nuevos bríos para su pueblo, la hacen merecedora de las más altos reconocimientos, no como gestos de valorar al personaje, más bien como pruebas tangibles de que la justicia tiene la fortaleza de rectificar los errores de la historia.

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