Por: Dr. José Vega Delgado 

El gran problema, teórico y práctico a un tiempo, de la VIDA SOCIAL, es el armonizar las necesidades colectivas con las libertades individuales, tanto políticas como económicas, por la mediación de UN ESTADO SOBERANO capaz de sortear los extremos de la Dictadura, y el dejar pasar los regímenes permisivistas de antaño.

Este ha sido el rompedero de cabeza de los grandes ideólogos políticos, al igual que de los activistas cuotidianos. ¿Cómo alcanzar LA JUSTICIA SOCIAL, sin eliminar LA LIBERTAD HUMANA; y cómo obtener ésta; sin el deterioro de aquella? La noción de BONUM COMMUNE, fue una de las categorías políticas clave para la Teoría Política Clásica; el Bien de la sociedad por encima del Bien Individual, regulados en su jerarquía por la autoridad del Estado.

Empero, en la sociedad contemporánea el nacimiento de la SOCIALDEMOCRACIA, y de los SOCIALISMOS DEMOCRÁTICOS, que se generaron a partir de la crítica y del revisionismo a los postulados del Marxismo, encaminó a algunos pocos países por la senda de UN SOCIALISMO DEMOCRÁTICO, cual se pudo apreciar en las naciones del norte de Europa; Finlandia, Suecia, Noruega Alemania, Austria, Dinamarca. No olvidemos que el ideólogo de esta doctrina y praxis política, fue el judío/alemán EDUARD BERNSTEIN (1850 – 1932). La reducción y simplificación de la estructura social a dos clases contendientes, la dictadura del proletariado, el determinismo económico, el estatismo absoluto de los medios de producción, y el régimen de gobierno por un partido político único y oficial, fueron los grandes dogmas del Marxismo Clásico, puestos a la luz de una crítica radical mucho antes de la caída del Muro de Berlín, en Noviembre de 1989, y de la disolución de la URSS, en diciembre de 1991.

“Los ideólogos socialdemócratas mantienen la idea de que el nuevo orden socialista sólo puede realizarse en democracia y que la democracia alcanza su plenitud en el socialismo.” Tal la síntesis que propone RODRIGO BORJA CEVALLOS, en su , acápite dedicado a la LA SOCIALDEMOCRACIA. Si el nombre del partido político que él fundara – hoy tan venido a menos-, no lo consideramos un acierto (IZQUIERDA DEMOCRÁTICA dice muy poco, con respecto a SOCIALISMO DEMOCRÁTICO), su slogan capital, en cambio, resume con sobriedad la esencia de su pensamiento y praxis políticos, a saber: “JUSTICIA SOCIAL CON LIBERTAD”.

Tomado de El Mercurio de Cuenca